20/06/2025
Diésel, GNC o eléctricos: qué tipo de colectivos tendrá Argentina en los próximos años

Fuente: telam
Mientras los fabricantes empiezan a aportar por buses eléctricos, los transportistas creen que el futuro está en el GNC. El Gobierno podría abrir un cupo para importar unidades sin arancel como el de los autos particulares
>Del mismo modo que ocurre con el mercado automotor de vehículos para uso particular, el transporte público de pasajeros enfrenta también un período de transición en el que deberá decidir qué rumbo tomar para mejorar los estándares de contaminación ambiental.
La realidad indica que en Argentina existe un parque automotor obsoleto a nivel tecnológico, incluso en comparación con Brasil, ya que mientras localmente se circula con vehículos adecuados a la norma de emisiones Euro 5, en el vecino país se usan colectivos Euro 6.
Frente a esta situación, hablar de colectivos eléctricos podría parecer algo muy cercano al extremo opuesto, sin embargo, del mismo modo que ocurre con los autos de calle, la llegada de la electromovilidad, parece inevitable, aunque con los recaudos que esta tecnología implica para países con una infraestructura todavía muy limitada.
Sin embargo, el ejecutivo señaló también que no todo el esfuerzo lo tienen que hacer las empresas de transporte. “El sector privado tiene que invertir en las unidades, los cargadores y el transformador de energía, pero hay otra pata que es la inversión pública, por medio de la cual se tiene que garantizar el suministro de electricidad adecuado para esa demanda”, explicó.
De todos modos, Mercedes-Benz Camiones y Buses mantiene el plan de mutar progresivamente al transporte urbano de pasajeros a través de vehículos eléctricos.Sin embargo, del lado de las empresas de transporte de pasajeros, hay una mirada distinta a la de un fabricante. Marcelo Pasciuto, Director del Grupo DOTA, uno de los empresarios referentes del transporte de pasajeros en Argentina, cree que la electricidad no es el camino, sino sólo una alternativa limitada para determinado uso.
“Los colectivos eléctricos pueden servir para un número reducido de unidades destinadas a transporte únicamente urbano, en un recorrido acotado dentro de las ciudades, pero difícilmente pueda adoptarse para distancias más largas. En el AMBA circulan unos 18.000 colectivos, pero algunas líneas hacen hasta 500 km por día. Un colectivo eléctrico está en el orden de los 200 km de autonomía, entonces no sería adecuado. Además, cargarlo demanda cuatro horas y el costo es aproximadamente el 50% más alto que uno colectivo propulsado por GNC”, explicó.El Grupo DOTA forma parte del programa de transporte de pasajeros recientemente lanzado por el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), que consta de 12 unidades 100% eléctricas para 30 pasajeros que ya circulan por un recorrido aproximado de 12 kilómetros en la zona céntrica de la ciudad. Adicionalmente, participan de la licitación del TranBus, que consta de 55 colectivos, 40 unidades convencionales y 15 articuladas, cuyos componentes eléctricos se importarán de China para ser ensamblados en Argentina.
Pasciuto explicó que la gran diferencia está en el costo de adquirir los distintos tipos de colectivos, que es muy grande y difícil de amortizar en diez años, plazo máximo que establece la ley para la antigüedad de los vehículos para transporte público de pasajeros.“Un colectivo diésel cuesta unos 200 millones de pesos, uno a GNC sube a 250 millones, pero un colectivo eléctrico cuesta $350.000.000. Para bajar los costos de modo de poder reducir las subvenciones que el Estado otorga al transporte de pasajeros, el camino más lógico es el GNC”, aseguró.La intención de quienes impulsan la idea es que al permitir la importación de colectivos con tecnología híbrida o eléctrica bajo un esquema con ese mismo beneficio impositivo, se puedan bajar los costos del transporte y como consecuencia indirecta, además del beneficio ambiental, poder reducir parte de las subvenciones al transporte público de pasajeros por parte del Estado.
Barcesat aseguró que no se trata solo de permitir que se importen los vehículos, sino de generar líneas especiales y créditos blandos que permitan a las empresas particulares, hacer las inversiones de infraestructura adecuadas, y garantizar que la sobredemanda de energía eléctrica también sea la adecuada para que el ecosistema funcione correctamente.
Fuente: telam
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