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18/06/2025

Cómo es el furtivo B-2, el avión de EEUU capaz de llevar la bomba rompebúnkers contra las instalaciones nucleares iraníes

Fuente: telam

Diseñado para atravesar defensas aéreas y alcanzar objetivos enterrados a gran profundidad, este modelo opera desde bases remotas y representa una de las principales cartas estratégicas de Washington ante la creciente tensión en Medio Oriente

>En medio del aumento de tensiones militares entre Irán e Israel, con intercambios de ataques que han dejado víctimas civiles y encendido las alarmas de una escalada regional, una silueta sin ventanas visibles y un perfil que parece una sombra se proyecta sobre el Océano Índico. No es un avión comercial. No lleva distintivos visibles. Es el B-2 Spirit, el bombardero estratégico invisible de Estados Unidos, una nave de combate cuyo diseño nació en la Guerra Fría, pero que vuelve a ser protagonista en El B-2 fue El B-2 es mucho más que Más allá de su silueta intimidante, lo que vuelve al B-2 esencial en el actual tablero militar es su capacidad de carga: puede transportar hasta 40.000 libras de armamento, incluyendo dos bombas GBU-57 A/B Massive Ordnance Penetrator, un proyectil de 30.000 libras (12.300 kilogramos) diseñado específicamente para destruir objetivos enterrados a gran profundidad, como la Excavada bajo unos 80 metros de roca y tierra cerca de Qom, al suroeste de Teherán, la planta ha sido considerada durante años como un punto inaccesible para cualquier ataque convencional. Protegida además por sistemas de defensa aérea rusos e iraníes, esta planta de enriquecimiento de uranio continúa operando en secreto relativo, pese a las sanciones internacionales. Pero la presencia del B-2, equipado con las únicas armas convencionales que podrían alcanzarla, cambia esa ecuación. Según la Fuerza Aérea estadounidense, estas bombas pueden perforar profundamente mediante detonaciones sucesivas, rompiendo capas de concreto y tierra hasta llegar al núcleo del objetivo.

Desde el Pentágono, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, evitó confirmar si el despliegue era un mensaje directo a Teherán. Pero en medio del intercambio de ataques entre Irán e Israel, y la confirmación del uso previo del B-2 en Yemen para atacar instalaciones hutíes, su movilización adquiere un tono inequívocamente disuasivo. Washington se ha mantenido públicamente al margen del conflicto, al menos en su fase ofensiva, pero el movimiento de bombarderos, cisternas y flota naval indica que se están preparando escenarios de intervención directa.

Una intervención estadounidense con B-2 no es trivial. El uso de esta aeronave implicaría no sólo un respaldo operativo a Israel, sino un gesto geopolítico de alto impacto: el abandono de cualquier tentativa diplomática con Irán respecto a su programa nuclear. Funcionarios israelíes han señalado que hay múltiples caminos para neutralizar Fordow, pero admiten que, salvo una intervención terrestre o un ataque nuclear —ambos descartados por ahora—, el B-2 es la única plataforma capaz de ejecutar un ataque convencional con posibilidades de éxito.

El historial del B-2 es breve pero elocuente. Ha participado en apenas cuatro campañas ofensivas desde su puesta en servicio en 1997. Voló por primera vez en combate en Kosovo, en 1999; luego en Afganistán, Irak y finalmente en Libia, durante la operación Amanecer de la Odisea en 2011. Sin embargo, ha sido desplegado en varias ocasiones como señal de disuasión, como sucedió en 2013 frente a Corea del Norte, sin necesidad de ejecutar ataques. “Lo mismo ocurre ahora: su sola presencia en Diego García, a corta distancia de Irán, representa un mensaje.”

En un contexto donde la posibilidad de una guerra regional parece más real que nunca, la imagen de estos bombarderos en la pista de una isla remota en el Océano Índico concentra décadas de desarrollo militar, diplomacia nuclear fallida y advertencias apenas veladas. El B-2 Spirit no es un arma de uso frecuente. Es, en esencia, una carta extrema en el juego geopolítico, reservada para los momentos donde las opciones diplomáticas parecen agotarse.

Fuente: telam

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