12/06/2025
Una nave espacial captó las primeras imágenes del polo sur del Sol, que asombraron a los científicos

Fuente: telam
La Solar Orbiter de la Agencia Espacial Europea reveló un área clave para entender el ciclo de la estrella radiante y el impacto del clima espacial sobre la Tierra
>Gracias a la nave espacial que más pudo acercarse a nuestra estrella, por primera vez, la humanidad dispone de imágenes directas y nítidas del polo sur del Sol.
Este avance promete transformar el conocimiento actual sobre la dinámica del campo magnético solar, el comportamiento del ciclo de once años del Sol y el impacto del clima espacial sobre la Tierra.
La nave Solar Orbiter fue lanzada en febrero de 2020 con un propósito central: observar regiones del Sol que hasta ahora habían permanecido ocultas. Su diseño compacto, del tamaño de un automóvil, incluye diez instrumentos científicos y múltiples cámaras que permiten registrar la actividad solar con una precisión sin precedentes. A diferencia de otras misiones anteriores, como Ulysses, que midió el campo magnético sin capturar imágenes, esta nave fue equipada para mirar y documentar el Sol desde nuevas perspectivas.“Hoy revelamos las primeras imágenes jamás obtenidas del polo solar. Es la primera vez que la humanidad ha tenido una imagen de los polos del Sol. Es un logro maravilloso”, expresó Carole Mundell, directora científica de la ESA. Para la agencia europea, este paso abre una nueva etapa en la investigación heliográfica.
El Sol, como estrella, no gira como un cuerpo sólido. Su ecuador rota más rápido que sus polos, lo cual genera tensiones en el campo magnético. Esa fricción interna estira, dobla y desordena las líneas magnéticas hasta que el campo se invierte. Esto ocurre aproximadamente cada once años y forma la base del ciclo solar. El máximo solar, fase en la que el Sol se encuentra ahora, es el momento de mayor actividad: hay más manchas solares, erupciones y fenómenos magnéticos.Ese caos visual responde a la transición en curso. Durante el máximo solar, los polos pierden su configuración clásica y los campos magnéticos comienzan a intercambiarse. El polo sur se convertirá, progresivamente, en el nuevo norte magnético.
“Todo en la atmósfera del Sol, y toda su naturaleza, se genera por su campo magnético y cómo este cambia con el tiempo”, indicó Lucie Green, investigadora del Laboratorio de Ciencias Espaciales Mullard del University College London. Para la especialista, ver este comportamiento en imágenes reales supera cualquier predicción numérica: “Observarlo en realidad es una experiencia completamente distinta”, agregó.“El Sol es nuestra estrella más cercana, fuente de vida y un potencial disruptor de los sistemas energéticos espaciales y terrestres modernos, por lo que es imperativo que comprendamos su funcionamiento y aprendamos a predecir su comportamiento”, sostuvo Mundell.
Uno de los fenómenos más intrigantes del Sol es la diferencia entre la temperatura de su superficie y la de su atmósfera exterior, conocida como corona. Mientras la superficie alcanza aproximadamente 6000 grados Celsius, la corona llega a superar el millón de grados. La causa exacta de este salto térmico permanece sin resolver.Las imágenes tomadas con el instrumento Polarimetric and Helioseismic Imager revelaron diferencias marcadas entre regiones del Sol. En los polos, el campo magnético aparece más tranquilo que en las zonas ecuatoriales, donde la rotación es más veloz y las erupciones más frecuentes.
Además, se observó que el viento solar —partículas cargadas que emanan de la superficie— viaja con mayor rapidez desde los polos que desde el ecuador. Este comportamiento aún no tiene explicación completa. “Realmente queremos saber cómo está estructurado el campo allí”, señaló Mathew Owens, físico espacial de la Universidad de Reading.En términos técnicos, estas primeras imágenes fueron tomadas cuando el Solar Orbiter se ubicó a 51 millones de kilómetros del Sol. Esa distancia permitió una visión clara del polo sur, gracias al ángulo conseguido tras su paso por Venus. La misión, valuada en 550 millones de dólares, continuará modificando su órbita en los próximos años.
En 2026, otro sobrevuelo sobre Venus le permitirá alcanzar una inclinación de 24 grados, y en 2029, de hasta 33 grados. Esto permitirá observar ambos polos con mayor detalle y seguir su evolución durante distintas fases del ciclo solar.Mientras se procesan los datos del polo sur, la comunidad científica ya espera las próximas imágenes. Durante este mismo año, el Solar Orbiter captó por primera vez el polo norte solar. Las imágenes ya fueron tomadas, pero aún no fueron enviadas a la Tierra. El análisis comparativo entre ambos polos podría revelar simetrías, diferencias y dinámicas internas hasta ahora desconocidas.Las próximas etapas de la misión se perfilan como claves para la física solar. A medida que el Sol se acerque a su próximo mínimo, en torno a 2030, el campo magnético debería volver a ordenarse. Las futuras imágenes permitirán observar ese cambio desde el principio hasta el final. El Solar Orbiter se convertirá así en una herramienta sin precedentes para visualizar en tiempo real uno de los procesos más complejos del sistema solar.
En conjunto, las observaciones del polo sur marcan el inicio de una nueva etapa en la exploración solar. “No sabíamos exactamente qué esperar de estas primeras observaciones: los polos del Sol son literalmente terra incognita”, señaló Sami Solanki, director del Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar.
Fuente: telam
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