11/06/2025
La influencer que explora bazares del barrio de Once para comprar objetos “bonitos y baratos” que son tendencia en Pinterest

Fuente: telam
En su cuenta de X, Juliana Coria muestra que se puede decorar la casa con estilo y sin gastar fortunas. Además, publica las direcciones de los locales que venden esos productos
>¿Quién no fantaseó alguna vez con tener una casa ambientada como se ve en las revistas de decoración, con objetos que sigan las últimas tendencias? Aunque suele parecer un privilegio reservado para los que pueden pagar por diseños exclusivos, la influencer Juliana Coria vino a derribar ese mito.
Para Juliana comprar “bueno, bonito y barato” ya no es un eslogan: ella tiene todas las direcciones de los bazares del barrio porteño de Once donde consiguen los productos que son furor en Pinterest y las comparte con sus seguidoras.
Esta comunicadora y especialista en marketing, que durante años trabajó en relación de dependencia para grandes empresas, decidió emprender antes de la pandemia y fundó su línea de textiles “Be Love Deco”.Si bien todo empezó buscando objetos para ambientar las fotos de sus manteles y almohadones —productos que fabrica y comercializa— terminó descubriendo un universo oculto en las calles de Once: bazares con vajilla esmaltada, floreros con vidrios coloridos tazas con texturas y diseños originales, platos de porcelana y cubiertos con forma redonda, entre otros.“Siempre me gustó la deco, el arte, el diseño. Cuando publicaba en mi Instagram personal una foto de un objeto de bazar, mis amigas me escribían para que les comprara uno igual o las llevara a comprar”, recordó Juliana, quien en plena reconfiguración del consumo doméstico pospandemia, empezó a organizar tours de compras por Once un sábado al mes.
Hoy, desde su cuenta de X @julianacoria recomienda productos en oferta y viraliza hallazgos cotidianos que combinan estética y funcionalidad. “La contra es que muchos de estos productos se pueden encontrar en bazares que no siempre tienen presencia online, por lo que el recorrido presencial y el ojo entrenado siguen siendo clave para aprovechar estos objetos a buen precio”, señaló la influencer.Juliana es correntina, tiene 44 años y llegó a la Ciudad Buenos Aires una vez que terminó en secundario para estudiar Ciencias de la Comunicación en la UBA y Producción de Radio y Televisión en el ISER. Terminó especializándose en marketing digital y durante más de una década se movió entre campañas, estrategias y marcas. Pero su verdadero proyecto empezó casi sin querer, entre telas y fotografías casuales.Una amiga tuitera, con experiencia en redes, la animó a aprovechar el impulso y profesionalizar su presencia digital: “Publicá siete veces por día, buscá más cosas, explicá cómo se usan. En X la gente busca información”.
Su método incluye fotos con su mano para dimensionar el objeto, precios en primer plano y ejemplos de cómo usarlo. “Por ejemplo, si muestro un espejo redondo, explico que puede ir en un pasillo, en el baño o sobre una cómoda”.
El criterio es siempre el mismo: “Que sea accesible. Si ves una ambientación con cosas que sólo podés comprar en Europa o en una casa de diseño en Palermo, no sirve”.Los tours de compras los realiza siempre “los sábados a la mañana, para que pueda venir gente que trabaja”. Cobra una suma módica —alrededor de $10.000— por acompañar, asesorar y compartir su conocimiento del terreno. “Les digo a las chicas: no compren esa cucharita ahora, en el próximo local está más barata. Les marco diferencias de calidad, de precio y de estilo”. Asegura que no cobra comisiones a los locales y mantiene libertad total para cambiar de recorrido según lo que haya ese día.Su recomendación para quienes quieran hacer el recorrido solos es clara: ir más allá de la avenida Corrientes y caminar por las calles Sarmiento, Perón y Mitre. “Ahí está el inframundo de Once, donde están los bazares con mejores cosas”. Y tiene un truco para quienes no alcanzan el monto mínimo para comprar al por mayor: “Sumate con alguien en la fila. Nadie te va a decir que no. Les conviene a los dos”.Entre los productos más virales que compartió hay de todo: una pochoclera portátil, un proyector por $60.000, platos símil piedra y hasta camperas súper abrigadas a precios irrisorios.En vajilla, lo esmaltado y lo blanco con bordes negros es lo más buscado. Y aunque a veces sube productos que no son de su estilo, lo hace porque sabe que a su audiencia le interesan.
Para Juliana, decorar no es sólo comprar: es contar una historia personal. “No hay que tener una casa Airbnb. Todo blanco, todo gris, todo neutro: eso no dice nada de vos”. Propone que cada persona tenga un plan, un presupuesto y una idea clara de lo que quiere transmitir. “Comprá lo que te represente. Que alguien entre a tu casa y diga: acá sólo puede vivir vos”, aconsejó.
Su comunidad valora esa sinceridad: no vende lo inalcanzable ni promueve el consumo compulsivo. Sus recomendaciones están basadas en precio, disponibilidad y estilo. “Estoy muy actualizada con los precios. El otro día vi unos vasos en un supermercado que ni en Once se consiguen tan baratos. Eso también es información”, aseguró.Actualmente, Juliana vive de su marca de textiles y de brindar asesoramiento a empresas. De hecho, una firma de productos para el hogar la contrató para curar e importar líneas de productos. “Muchos creen que soy decoradora, pero nada que ver. Mi experiencia en marketing, sumado a que manejo bien temas de importación, impuestos y proveedores; me abrió otras posibilidades laborales”, admitió. Lo que nunca se imaginó es que terminaría siendo influencer.
Fuente: telam
Compartir
Comentarios
Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!