08/06/2025
Calentamiento global, sobrepesca y falta de coordinación en la región: por qué es un cóctel explosivo para el Atlántico Sudoccidental

Fuente: telam
En el Día Mundial de los Océanos, Infobae accedió a los resultados de un estudio científico que analizó los cambios en los últimos 70 años en los recursos pesqueros explotados por Argentina, Uruguay y Brasil. Cuáles son las recomendaciones para afrontar el problema
>El Océano Atlántico Sudoccidental es uno de los ecosistemas marinos más productivos del mundo. Allí habitan especies como la merluza, el calamar illex argentino, la corvina rubia, la palometa, las rayas, la corvina blanca y el sábalo.
Así lo advirtió un estudio publicado en la revista En el Océano Atlántico Sudoccidental confluyen aguas subtropicales y subantárticas y las temperaturas de superficie están aumentando a tasas superiores con respecto al promedio global, un cambio que ya genera efectos profundos en las poblaciones de las especies marinas.
Otro estudio reciente,“El cambio climático ya está induciendo el desplazamiento hacia los polos de varias especies pesqueras importantes en el Océano Atlántico Sudoccidental”, dijo a Infobae la científica Bárbara Franco, investigadora del Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA), dependiente del Conicet y la Universidad de Buenos Aires, y del Instituto Franco-Argentino de Estudios sobre el Clima y sus Impactos.Los cambios en la distribución de las pesquerías requieren nuevas gestiones de manejo pesquero, señaló la investigadora, quien formó parte del equipo integrado por Omar Defeo, de la Universidad de la República de Uruguay, y el científico argentino Alberto Piola.También colaboraron profesionales del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) en Mar del Plata, la Universidad Federal de Río Grande en Brasil, y el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable, en Uruguay entre otras instituciones.El estudio abarcó 70 años de estadísticas pesqueras provenientes del Atlántico suroccidental.
Los datos incluyen tendencias a largo plazo de capturas pesqueras, análisis de cambios en los hábitats marinos y evaluación de la efectividad de las medidas de manejo.El análisis también incorporó tecnologías avanzadas como sistemas de monitoreo por satélite y datos recopilados por observadores a bordo de flotas pesqueras.
Los impactos del cambio climático se evaluaron por medio de índices como la temperatura promedio de las capturas, que demuestra una transición hacia la predominancia de especies de aguas cálidas.Tras hacer el análisis de los datos, se detectó que el 40 % de los stocks pesqueros en la región han sido explotados de manera insostenible. El calentamiento de las aguas por el cambio climático está provocando un fenómeno conocido como “tropicalización”, donde especies de aguas cálidas desplazan a las de aguas frías. “Esto representa un desafío para la gestión de pesquerías, ya que muchas especies están cambiando su distribución y abundancia de manera impredecible”, alertaron los investigadores.Además, el calamar argentino enfrenta una alta presión pesquera en aguas internacionales, lo que complica su monitoreo y manejo.
Un problema adicional es la falta de un marco de gobernanza internacional que gestione de manera eficiente los recursos transfronterizos y las llamadas “poblaciones migratorias”.Esta ausencia de coordinación permite que flotas de países vecinos e incluso flotas extranjeras operen con reglas laxas o nulas en aguas internacionales, y ponen en riesgo a las especies más explotadas. En 2022, cerca del 24% del esfuerzo pesquero en la región provino de flotas extranjeras, que muchas veces operan sin regulaciones claras en áreas internacionales.
En diálogo con Infobae, el doctor Defeo consideró: “Lo más novedoso de nuestro estudio radica en la identificación integrada y sistemática de un triple punto crítico en el suroeste del Atlántico Sur. Es una zona en la que el océano se está calentando a tasas superiores al promedio global. Allí también se produce una concentración de esfuerzo de pesca sobre recursos altamente explotados, muchos de ellos compartidos entre los tres países”.
Los resultados, según Defeo, demuestran cómo la superposición de esos tres factores amplifican los riesgos ecológicos, sociales y económicos en una región clave para la seguridad alimentaria y la biodiversidad marina.
El sector pesquero en el Atlántico Sudoccidental emplea a aproximadamente 3 millones de personas, incluyendo más de 1,2 millón de mujeres.Otra consecuencia es que las comunidades de personas que viven en zonas costeras, particularmente las involucradas en la pesca artesanal, enfrentan una mayor vulnerabilidad al reducirse las poblaciones de especies clave, que pueden desplazarse hacia áreas que podrían estar fuera de los límites jurisdiccionales o en aguas internacionales.
Frente al problema del Atlántico Sudoccidental, los científicos propusieron:- El doctor Defeo desarrolló: “Se necesita un acuerdo regional multilateral como parte de la solución“.
Como el trabajo realizado por científicos de Brasil, Uruguay y Argentina, “consideramos que se refuerza la legitimidad regional del diagnóstico y las propuestas”, enfatizó.
Fuente: telam
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