05/06/2025
“Montoneros hijos de puta”: murió Jorge Labayru, el hombre que con esa frase salvó a su hija en la ESMA

Fuente: telam
Silvia estaba secuestrada y él la creía muerta. Pero los represores se sintieron satisfechos con la respuesta. Es la historia que cuenta Leila Guerriero en “La llamada”
>Quizás no lo sabía, pero la frase más importante que Jorge Labayru dijo en su vida fue esta: “¡Montoneros hijos de puta! ¡Ustedes son los responsables morales de la muerte de mi hija! ¡Los voy a cagar a tiros!“ Silvia Labayru estaba secuestrada en la ESMA y sus captores habían llamado a su padre, que había sido militar y creía que quienes se comunicaban eran los montoneros. Pero a los militares les gustó lo que oyeron y eso determinó el destino de la muchacha. Jorge Labayru murió este martes a los 95 años.
“Fue el hombre de esa llamada que tanto me ayudó a vivir”, escribió este miércoles en su página de Facebook Silvia Labayru. Ella y su historia son los protagonistas de La llamada, e“Cada 14 de marzo, durante años, Silvia Labayru festejó con su padre, Jorge Labayru, mayor de la Fuerza Aérea y piloto civil de Aerolíneas Argentinas, el día en que se produjo la llamada que le salvó la vida“, escribe Guerriero.Entonces marcó, el teléfono sonó, una voz dijo “Hola”. Y Acosta: “¿Señor Labayru? Le quiero hablar de su hija >En la ESMA, Silvia Labayru pensó que ahí se acababa todo. Pero se había salvado. Acosta estaba un poco desconcertado. Escribe Guerriero: “¿Entonces tu padre es uno de los nuestros?’, preguntó Acosta. Ella no entendió, pero, aunque hubiera entendido, no habría dicho nada: cualquier gesto, cualquier reacción podía fulminarla. ‘Tu padre me acaba de decir que es anticomunista, antimontonero, antiperonista. ¿Entonces es uno de los nuestros?’“
Acosta volvió a llamar, le pasó el teléfono a Silvia Labayru. “Una vez más, Jorge Labayru atendió. Antes de que él pudiera decir nada, ella dijo: ‘Hola, papá’. Después de tres meses en los que había estado muerta: ‘Hola, papá’“.Más de cuarenta años después, hablando con la periodista, Silvia Labayru todavía piensa en eso: “¿Cómo supo exactamente las palabras que debía decir para ayudarme, para ayudarme a vivir? >Después, los Labayru recibirían a la hija de Silvia, nacida en cautiverio, y cuando Silvia saliera y se instalara en Madrid, él viajaría dos veces por mes a llevar dinero, alfajores, dulce de leche, carne.Este miércoles, en Facebook, la hija lo despide: “Tuvo una muy buena vida. Generoso, alegre, gran protector de sus seres queridos. No te olvidaré papá. Te llevo conmigo. Puedes descansar en paz”.
Fuente: telam
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