31/05/2025
Por qué algunas personas responden mejor a ciertos ejercicios: Harvard busca pistas moleculares en el cuerpo

Fuente: telam
Los investigadores tomaron muestras de sangre y tejido muscular en más de 2000 personas, para identificar por qué algunas responden mejor a determinados entrenamientos. Los hallazgos
>Un equipo de investigación liderado por Harvard trabaja para desentrañar qué ocurre en el cuerpo humano cuando se realiza ejercicio físico. Aunque desde tiempos de Hipócrates se vincula el movimiento con la salud, las razones moleculares de ese beneficio aún no están del todo claras.
Gerszten lleva décadas abordando esa incógnita. Uno de los proyectos más relevantes en los que participó es el Estudio Familiar HERITAGE, una iniciativa de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) que comenzó en 1992. El estudio incluyó a más de 650 hombres y mujeres con distintos niveles de condición física que realizaron un plan de entrenamiento de 20 semanas. Los resultados, aún en publicación, proporcionaron una base para explorar qué factores biológicos predicen la respuesta al ejercicio.
En 2021, Gerszten colaboró en Entre más de 5000 proteínas analizadas en su laboratorio, se identificaron 147 con relaciones predictivas sólidas. “Comenzamos a identificar algunos compuestos bioquímicos nuevos que no se habían descrito previamente en el contexto de la fisiología del ejercicio”, sostuvo Gerszten.Con ese antecedente, el investigador se sumó al Consorcio de Transductores Moleculares de la Actividad Física, otro programa financiado por el NIH. En este caso, el laboratorio que dirige funciona como uno de los centros principales de análisis químico. Allí se examinan variables clínicas como la presión arterial, el VO₂ máx. —una medida de la aptitud cardiorrespiratoria— y la fuerza muscular en más de 2000 participantes.La metodología del nuevo estudio incluye la toma de muestras de sangre y biopsias de tejido antes y después de 12 semanas de ejercicio. La comparación entre estos datos y las muestras basales permite observar los cambios moleculares provocados por la actividad física.“El estudio HERITAGE fue el preludio de este estudio”, explicó Gerszten. “Fue el estudio de ejercicio más grande jamás realizado, con unas 650 personas, aproximadamente un tercio del tamaño de este”.El diseño actual incorpora una diversidad amplia de participantes. Hay personas menores de 18 años y mayores de 60. De cada una se obtienen aproximadamente siete muestras de sangre, junto con tejidos musculares y adiposos, tanto antes como después del ejercicio agudo. “Cada vez, dijo, antes y después del entrenamiento, se realizan biopsias de músculo y grasa”.La pregunta no es menor. Para personas con movilidad reducida, condiciones de fragilidad o situaciones clínicas específicas, el hallazgo de estas rutas moleculares podría abrir la puerta a intervenciones terapéuticas que imiten los efectos del ejercicio.
“Esta es una de las bases de datos genómicas más grandes”, señaló Gerszten. “Por lo tanto, muchos datos estarán bajo su control. Quiero recalcar que el verdadero objetivo es publicarla lo antes posible para que todos puedan consultarla”.
La iniciativa cuenta con el respaldo del Fondo Común del NIH, bajo la supervisión de un equipo de programa liderado por la Oficina de Coordinación Estratégica del NIH. También participan el Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel, el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales y el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento, además de un grupo de trabajo interinstitucional que representa a varios centros del NIH.
Fuente: telam
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