27/05/2025
Murió el exdueño de Swift, la empresa que denunció uno de los casos de corrupción más resonantes de la década de los 90

Fuente: telam
Carlos Oliva Funes fue una figura relevante en el comercio de la carne y relató sus vivencias en un libro con datos inéditos sobre la relación entre empresarios y funcionarios
>Carlos Oliva Funes murió el 15 de mayo en Nueva York, a los 82 años. Su muerte generó una fuerte repercusión en el sector agroindustrial, donde fue una figura central durante más de cinco décadas. Nacido en Córdoba el 24 de enero de 1943, se licenció en Administración de Empresas en la Universidad Católica de esa provincia. Desde joven se instaló en Buenos Aires, donde empezó a trabajar junto a Rodolfo Costantini, su amigo y entonces cuñado, en el negocio frigorífico.
Desde ese cargo impulsó una transformación del frigorífico. Incorporó tecnología de punta, promovió la apertura de nuevos mercados y lideró la construcción de una planta moderna en Rosario, junto a la antigua instalación. El complejo fue inaugurado a principios de los años 90.
Con el cambio de gobierno, el trámite para eximir de impuestos esa importación quedó trabado. Según relató Oliva Funes en su libro “Un disparo en la oscuridad. Pecados de la carne en la Argentina”, la situación se volvió cada vez más compleja durante la gestión de Carlos Menem. En el capítulo dedicado al caso, sostuvo que nunca habían solicitado fondos públicos para ampliar la planta ni para otros fines.
Ese episodio derivó en el Swiftgate, uno de los escándalos más sonados de la década. La denuncia terminó provocando la salida de Yoma y del ministro de Economía, Antonio Erman González. Poco después, el presidente nombró a Domingo Cavallo, quien anunció la convertibilidad el 1° de marzo de 1991.
En su libro, Oliva Funes abordó también el funcionamiento del sistema de asignación de la cuota Hilton, que permite exportar carne de alta calidad a Europa. Describió ese esquema como un “kiosco” que funcionaba con discrecionalidad. Aunque no abundó en detalles, señaló que ese tipo de prácticas también incidieron en su decisión de alejarse del país.En los últimos tiempos participó como accionista y director del Frigorífico Rioplatense, nuevamente junto a Costantini. También se instaló en Casa de Campo, en República Dominicana, donde jugaba al golf y compartía reuniones con figuras como Bill Clinton, Mike Bloomberg y Mauricio Macri. Mantuvo allí un rol activo en los negocios, aunque sin presencia pública.
En su libro, publicado por editorial Galerna a principios de 2025, narró además su relación con el kirchnerismo. Detalló una llamada que recibió en 2006, cuando el entonces ministro Julio De Vido le anticipó que Guillermo Moreno lo contactaría para definir las políticas sobre la carne. Describió esa etapa como un punto de quiebre. “Hubo muchos disparadores para irme de la Argentina. Guillermo Moreno fue uno”, escribió.A lo largo de su trayectoria, se convirtió en un referente de la industria cárnica. Quienes lo conocieron destacaron su capacidad de liderazgo, su estilo directo y su compromiso con el desarrollo del sector. En distintas etapas, integró equipos que tomaron decisiones clave para el comercio exterior de carne.
El Frigorífico Rioplatense emitió un comunicado tras su fallecimiento. “El directorio de Frigorífico Rioplatense lamenta la pérdida de su exdirector, acompaña a toda su familia con mucho cariño, rogando una oración en su memoria”, expresó. También se sumaron los gerentes y el personal de la empresa, con un mensaje de condolencias. Rodolfo Costantini, su socio y amigo, escribió: “Despido a mi entrañable amigo de toda la vida Carlos con mucho pesar y, junto a Verónica Zuberbühler e hijos, acompañamos a toda su familia con mucho cariño”.
Fuente: telam
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