20/05/2025
El cardenal peruano Pedro Barreto destacó la lucha del papa León XIV contra los abusos en la Iglesia

Fuente: telam
También recordó que Prevost estuvo a cargo de la comisión contra ataques sexuales en Perú y recibió apoyo de Francisco. “En varias partes del mundo todavía esperan las víctimas para poder decir que en la Iglesia no hay impunidad”, sostuvo en diálogo con Infobae
>(Enviada especial al Vaticano) - El cardenal peruano Pedro Barreto ha sido una figura clave del proceso de renovación eclesial impulsado durante el pontificado de Francisco. Es ex vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana y de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), primer presidente de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA), ex Arzobispo de Huancayo y uno de los impulsores más firmes de una Iglesia con rostro amazónico, comprometida con los territorios, las culturas originarias y los desafíos sociales y ambientales. A pocos días de la entronización del Papa León XIV, dialogó con Infobae sobre los consensos que marcaron el cónclave, el papel latinoamericano en la vida de la Iglesia y los desafíos internos que el nuevo pontífice deberá afrontar.
Barreto destaca que el nuevo Papa fue explícito al reclamar una adhesión firme a las orientaciones del Concilio Vaticano II: “Esto deriva en un deseo de paz, de unidad y sobre todo de armonía, que debemos nosotros buscar como Iglesia, de servir como él mismo lo dijo, como el fermento de esta masa para iluminar a la luz del Evangelio la realidad compleja, difícil del mundo de hoy”.
Al referirse a la elección del nombre pontificio, explicó que León XIV es una respuesta a una “nueva Revolución Industrial causada por la inteligencia artificial” y establece un paralelismo con León XIII: “Su antecesor, a fines del siglo XIX, emitió la encíclica Rerum Novarum, ‘renovar todas las cosas en la persona de Cristo’, para iluminar el proceso que entonces se vivía con la primera Revolución Industrial”.
Barreto, que participó en seis de las doce congregaciones generales de cardenales previas al cónclave, señala que durante esos encuentros se delinearon “consensos fundamentales”, que León XIV representa con claridad. “Lo primero es continuar ese verbo, esa acción de continuar lo iniciado, pero al mismo tiempo con su propia experiencia personal”, afirma.Entre los puntos centrales de la agenda de León XIV mencionó la sinodalidad, la misión, la reforma de la Curia y “la lucha frontal contra los abusos sexuales”. Barreto recuerda que Prevost “en el Perú fue presidente de la comisión contra los abusos sexuales” y que recibió el apoyo directo del Papa Francisco en esa tarea. “En varias partes del mundo todavía esperan las víctimas para poder decir que en la Iglesia no hay impunidad”.Además, el cardenal también remite al documento Praedicate Evangelium, que define la actual reforma de la Curia vaticana: “El Papa León XIV estuvo dos años como prefecto del Dicasterio para los Obispos y, podríamos decir, a cargo de esta construcción de la paz y la transparencia económica”.Esa impronta se consolidó en 2007, durante la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, celebrada en Aparecida, Brasil. Allí, el entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio fue nombrado presidente de la Comisión de Redacción de un documento final que marcó un giro decisivo en la pastoral de la región. “Tuvo un impacto muy fuerte para dinamizar la renovación de la Iglesia, invitándonos a todos a ser discípulos misioneros”, recuerda Barreto.
Ese impulso no se detuvo. “Este camino continúa aún hoy, y dio un paso más con lo que debió ser la VI Conferencia General del Episcopado, pero que, bajo la guía del Papa Francisco, se concretó en la I Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe”. Celebrada en 2021, esta asamblea —considerada un anticipo del Sínodo de la Sinodalidad— expresó la maduración de una Iglesia que, desde el sur global, propone una forma de caminar juntos. Según Barreto, el entonces cardenal Prevost —hoy León XIV— acompañó ese proceso de cerca.Su compromiso con los territorios no fue circunstancial, sostiene. Como presidente de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA), Barreto da testimonio de una relación continua y concreta. “Francisco delegó en el cardenal Prevost el acompañamiento cercano a la CEAMA. Y yo tuve oportunidad de hablar innumerables veces en los últimos meses. Él me alentó a seguir caminando juntos”.En respuesta a esa complejidad, la CEAMA adoptó un modelo de participación ampliado y plural. “Participan todos los bautizados y bautizadas, poniendo énfasis también en que participen activamente, con voz y con voto, laicos, algunos de ellos de pueblos indígenas”. Además, las mujeres ocupan un lugar central en esa estructura. “La mujer en los pueblos originarios y en la Iglesia también cumple un rol —yo diría— de un liderazgo natural, eficaz, humilde y al mismo tiempo muy fuerte. En la presidencia de la CEAMA, somos cinco personas, dos de ellas son mujeres, las dos son de pueblos originarios”.
Para el cardenal, León XIV es un Papa con sensibilidad global, pero también con una vivencia concreta de las periferias. Lo que está en juego, según Barreto, es una forma de ser Iglesia, nacida en los márgenes, modelada por el diálogo, la escucha y la experiencia. En León XIV reconoce entonces a alguien que no llega desde afuera, sino que ha caminado desde adentro los procesos de renovación que ahora le tocará conducir. Y concluye: “Esta alegría la tenemos que transformar en un compromiso de ser una Iglesia que camina, una Iglesia en movimiento, una Iglesia servidora de la humanidad, donde las alegrías y tristezas, las angustias y las esperanzas de los hombres de hoy —como dice el documento Gozos y esperanzas del Concilio Vaticano II— sean también de la Iglesia”.
Fuente: telam
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