Viernes 16 de Mayo de 2025

Hoy es Viernes 16 de Mayo de 2025 y son las 02:46 ULTIMOS TITULOS:

15/05/2025

Descubren que la radiación ultravioleta de Marte podría ser compatible con algunas formas de vida

Fuente: telam

La investigación, a partir de muestras tomadas por la NASA, abre nuevas preguntas sobre la habitabilidad del planeta rojo, como lo fue hace millones de años en la Tierra

>Durante décadas, la comunidad científica construyó sus estimaciones sobre la radiación ultravioleta en Los resultados brindados por el instrumento REMS, instalado en el rover El estudio, liderado por el Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA), con colaboración del Instituto de Química Física Blas Cabrera (IQF-CSIC), presentó los El hallazgo principal establece que las dosis de radiación ultravioleta que inciden sobre Marte se asemejan a las que podrían haber existido en la Tierra primitiva, cuando la vida emergió y comenzó a evolucionar.

Por eso, si bien la exposición a la radiación marciana supera con creces la de la Tierra actual, no es absolutamente incompatible con la existencia de organismos vivos.

Cada una de estas bandas tiene una energía diferente. La UV-A posee la menor, la UV-B resulta más potente y la UV-C es la más energética y dañina para los seres vivos. En la Tierra, la UV-C y la mayor parte de la UV-B quedan absorbidas por el ozono estratosférico. En cambio, en Marte, esa protección es virtualmente inexistente.

Los datos recabados por el instrumento REMS, embarcado en la misión Mars Science Laboratory, revelaron la proporción de cada tipo de radiación sobre la superficie del cráter Gale. En promedio, se registró una composición de 79,6 % de UV-A, 15,3 % de UV-B y 5,1 % de UV-C.

“Los resultados muestran que la radiación UV en Marte que alcanza la superficie del cráter Gale, se compone, en promedio, de 80 % UV-A, 15 % UV-B y 5 % UV-C”, explicaron en un comunicado Daniel Viúdez-Moreiras, María Paz Zorzano y Alberto González Fairén, investigadores del CAB que encabezaron el estudio.

Los niveles de radiación detectados, en especial los correspondientes a la UV-C, presentan una elevada capacidad esterilizadora. Esta condición había sido una de las principales objeciones para suponer que Marte podía albergar vida en su superficie.

Una de las claves del hallazgo es el contexto atmosférico que permite esta exposición directa. Aunque Marte contiene ozono, su concentración resulta insuficiente para cumplir una función protectora. La atmósfera del planeta rojo no sólo es delgada, sino que posee una dinámica muy diferente a la terrestre. En particular, las tormentas de polvo que atraviesan la superficie marciana provocan alteraciones drásticas en los niveles de radiación.

“La escasa protección que proporciona la atmósfera de Marte frente a la radiación ultravioleta es debida al polvo que se encuentra en suspensión, particularmente relevante en la estación de tormentas de polvo y, en menor medida, del ozono presente en la atmósfera de Marte”, explicaron los responsables del estudio.

“Estas variaciones son complejas e impredecibles con los modelos atmosféricos actuales, por lo que la instrumentación desplegada en la superficie de Marte resulta imprescindible para conocer el entorno de radiación en el planeta”, añadieron los autores.

La presencia de polvo atmosférico, entonces, cumple un rol ambivalente. En algunos casos, su suspensión en el aire reduce parcialmente la radiación entrante, al dispersar parte de la energía ultravioleta. Sin embargo, la intensidad de las tormentas también puede exponer zonas previamente protegidas, generando desequilibrios inesperados. La interacción entre el polvo y los niveles de UV abre un nuevo campo de estudio que podría arrojar pistas adicionales sobre la posible existencia de hábitats microbianos en áreas específicas de Marte.

La comparación entre Marte y la Tierra primitiva permite construir un marco histórico para evaluar los niveles de habitabilidad. Hace entre 4.000 y 2.500 millones de años, la Tierra tampoco contaba con una capa de ozono plenamente desarrollada. A pesar de ello, la vida logró emerger.

El equipo del CAB sostiene que ese escenario podría ser parcialmente replicable en Marte, al menos en términos de radiación UV.

Desde esa perspectiva, los datos obtenidos por REMS permiten reconsiderar el impacto real de la radiación sobre la viabilidad de la vida marciana. Lejos de ofrecer una conclusión definitiva, el estudio abre nuevas hipótesis. Una de ellas señala que los microorganismos terrestres podrían resistir algunos niveles de exposición, en función del tiempo, la ubicación y el tipo de protección natural que encontraran.

El proyecto contó con el respaldo del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) de la Unión Europea y del programa MarsFirstWater, un European Research Council Consolidator Grant. Además, incluyó la colaboración de científicos de la misión Mars Science Laboratory (MSL) de la NASA, responsables del desarrollo y operación del rover Curiosity.

Esta sinergia entre instituciones europeas y estadounidenses permitió analizar un conjunto de datos excepcional, recopilado en condiciones extremas, a lo largo de un ciclo completo de estaciones marcianas.

La continuidad de estas mediciones, sumada a la llegada de nuevos instrumentos a otras regiones del planeta, podría generar un mapa más completo de la radiación UV en Marte. La diversidad geográfica y estacional, aún poco conocida, podría revelar nichos más protegidos o áreas con una exposición aún más severa. Esta información será crucial no solo para evaluar la viabilidad de misiones con presencia humana, sino también para diseñar estrategias de exploración que minimicen riesgos y maximicen el conocimiento científico.

Los responsables del estudio insisten en que la radiación ultravioleta que alcanza la superficie marciana no es absolutamente incompatible con la vida.

Este descubrimiento no sólo aporta datos sobre un planeta vecino, sino que también ilumina las etapas más remotas del propio planeta Tierra. Al mirar hacia Marte, los investigadores encuentran reflejos del pasado terrestre. Y al comprender cómo la vida pudo haber comenzado bajo condiciones extremas, se expande el horizonte de lo posible en la búsqueda de otras formas de existencia más allá del Sistema Solar.

Fuente: telam

Compartir

Comentarios

Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!