07/05/2025
Bryan Johnson, el multimillonario obsesionado con la longevidad, quiere fundar una nueva religión en la que “el cuerpo es Dios”

Fuente: telam
El polémico magnate promueve el movimiento “Don’t Die” (No te mueras), una nueva visión espiritual que une salud con tecnología para enfrentar los desafíos de la inteligencia artificial
>Frente al avance acelerado de la Según reveló en entrevista con MIT Technology Review, el creador del movimiento Don’t Die (No te mueras) promueve un sistema de creencias donde “el cuerpo es Dios”, pensado como una alternativa a los modelos religiosos tradicionales y como respuesta a lo que interpreta como un momento de quiebre civilizatorio.
La preocupación no surge de una búsqueda espiritual, sino de una urgencia tecnológica: evitar que los sistemas inteligentes escapen al control humano. “Estamos en un momento existencial como especie”, afirma.En un encuentro sobre longevidad en Berkeley, California, Johnson compartió su diagnóstico sobre el riesgo que representa una inteligencia artificial desalineada. Según explicó al medio del Instituto Tecnológico de Massachusetts, sus estrictos regímenes para conservar la juventud no existirían si no creyera que el mayor peligro actual para la humanidad es el desarrollo incontrolado de estas tecnologías.
Inspirado en cómo distintos sistemas de pensamiento perduraron, Johnson señaló que las religiones fueron históricamente las herramientas más eficaces para organizar esfuerzos colectivos.
Sostuvo que figuras como Buda, Jesús o Mahoma, dieron origen a estructuras ideológicas con una narrativa fundacional clara. Su proyecto busca seguir esa lógica, pero adaptada al siglo XXI.Esta propuesta se materializa en encuentros semanales entre grupos reducidos, denominados Don’t Die fam, en los que se reproducen dinámicas similares a las de Alcohólicos Anónimos.A diferencia de las religiones centradas en líderes carismáticos, Johnson asegura que Don’t Die no le pertenece. La describe como una iniciativa abierta, descentralizada, y compatible con distintas tradiciones. “Pueden ser cristianos y hacer esto, pueden ser musulmanes y hacer esto. Don’t Die es un ‘sí, y además’ para todos los grupos”, explicó.
Más allá del temor que dice le despierta, la IA también ocupa un lugar funcional dentro de la visión de Johnson quien reveló que delega sus decisiones cotidianas a un sistema algorítmico que, según él, puede administrar mejor su bienestar que sus propios impulsos. Alimentado con datos fisiológicos y evidencia científica, este programa determina su alimentación, descanso y ejercicio.“Es en mi mejor interés que el algoritmo me diga qué hacer”, argumentó, y comparó este proceso con el modo en que hoy las tecnologías completan frases: pronto también podrían completar pensamientos.
En contraste con credos centrados en dogmas revelados, esta visión propone una forma flexible, orientada a la práctica y sin jerarquías espirituales, dice. Pese a ser el inventor de la propuesta, el propio Johnson asegura que su “religión” se diferencia de las demás por no depender de un fundador, y porque apunta a ser moldeada por quienes la adopten.
Ambicioso, dijo a MIT Technology Review, que aspira a que su proyecto se convierta en la ideología más influyente del mundo en el plazo de un año y medio. Aunque reconoce que el término “religión” puede generar resistencia, confía en que el contexto global, atravesado por avances tecnológicos disruptivos, favorecerá el retorno a marcos simbólicos capaces de otorgar sentido.En este marco, la existencia física adquiere un nuevo estatuto moral. Don’t Die postula que vivir es el valor fundamental, y que cuidar el cuerpo equivale a preservar lo sagrado. En palabras de Johnson, la idea de que “el cuerpo es Dios” representa un giro conceptual: no hay salvación externa, sino responsabilidad interna.
Fuente: telam
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