07/05/2025
Quién es el “cuevero” ruso acusado de una ciberestafa de $300 millones que agredió a un fiscal

Fuente: telam
Ivan Materov, que encabeza una financiera cripto en Belgrano, intentó arrebatarle de vuelta su teléfono al fiscal Alejandro Musso que lo investigaba: fue reducido por cinco policías. El virus con el que atacaba la banda y su fortuna en dólares
>Ivan Materov no estaba feliz cuando la Bonaerense y la Policía de la Ciudad rompieron la puerta de su cueva financiera en el barrio de Belgrano ayer por la mañana. No solo por el daño de la puerta en sí, sino por los supuestos secretos que habría olvidado borrar.
Su cueva, llamada “Dólar Belgrano”, por otra parte, operaba como muchas otras en la ciudad de Buenos Aires: como un canal privado de Telegram, esta vez frecuentado por otros rusos. El número y las cuentas de ese canal, descubrió Musso, estaban ligados a Materov.
Y allí estaban Ivan y el fiscal que lo acusaba, en la cueva, ubicada en la calle Moldes, que es a su vez su domicilo, con todo el fastidio posible. Musso tomó el teléfono de Materov para ingresar a sus contenidos, recuperar posibles criptoactivos. Pidió que Materov lo abra con su huella digital. Pero el financista, según fuentes del caso, enloqueció: se abalanzó sobre el fiscal jefe de la UFEIC, le arrebató el aparato e intentó destruirlo. Hicieron falta cinco policías para reducirlo: Materov mide cerca de 1,90 metros y pesa más de 120 kilos.Materov no fue el único allanado. Otras 15 redadas a sospechosos de ser parte de la megaestafa fueron llevadas a cabo por la DDI de San Isidro y divisiones especiales de la fuerza porteña. Se secuestraron 37 teléfonos, 12 computadoras y armas. También, se recuperaron activos cripto por 150 mil dólares, así más de 31 mil dólares en efectivo. Una parte del dinero también fue enmascarado en fondos fiduciarios, los que Musso logró detectar mediante informes FIAT.
Cómo se conforma la banda, sin embargo, es lo más curioso de todo.Los procedimientos ocurrieron a lo largo del mapa del alma. Mientras caía Materov, la Bonaerense allanaba en Núñez a un joven de 30 años, trabajador de mensajería, cubierto por la obra social de los padres; tropas de asalto irrumpían también en un domicilio en la Villa Carlos Gardel. En territorio porteño, un hombre oriundo de Venezuela fue un poco más colaborativo: puso su huella para que le incautan 25 mil dólares cripto en la wallet de su teléfono.“El 7 de mayo de 2024, mientras el señor C. V., se encontraba en el comercio de rubro carnicería, del cual resulta ser dueño, situado en la localidad de Pilar, Provincia de Buenos Aires, advirtió la recepción sucesiva de correos electrónicos remitidos por su banco que daban cuenta de múltiples transferencias ejecutadas desde su cuenta, las cuales desconocía y no había autorizado, por el monto total de $29.400.000 pesos”, asegura el expediente. El hombre de Pilar es mucho más que un carnicero: con domicilio fiscal porteño, integra una empresa mayorista del rubro.
Al final del arco iris, en su cueva, se encontraba Materov, para supuestamente transformar el dinero en el activo Tron.
Fuente: telam
Compartir
Notas Relacionadas
Comentarios
Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!