02/05/2025
¿Y si la IA no es más que un “corrector de Word sofisticado”?

Fuente: telam
Claudia Piñeiro, Guillermo Martínez, Enzo Maqueira y Tomás Balmaceda debatieron en la Feria del Libro de Buenos Aires sobre las consecuencias de la inteligencia artificial en el mundo editorial y en el ámbito creativo
>En el marco del ciclo Diálogo de Escritoras y Escritores de Argentina, la Feria del Libro de Buenos Aires fue ayer escenario de un cruce de ideas entre narradores y ensayistas sobre uno de los temas que atraviesa con fuerza el mundo cultural contemporáneo: la irrupción de la inteligencia artificial (IA) en los procesos creativos y su posible impacto en la literatura.
Participaron del encuentro los escritores Claudia Piñeiro, Guillermo Martínez, Enzo Maqueira y el filósofo Tomás Balmaceda. Lejos de la tecnofobia, pero también de un entusiasmo ingenuo, el panel propuso una reflexión crítica sobre las potencialidades y límites de la IA en el campo de la escritura.
Para abordar el fenómeno, Martínez propuso una analogía con el caso de Deep Blue, la supercomputadora de IBM que venció al campeón mundial de ajedrez Garry Kasparov en 1997. “¿Acaso los seres humanos dejaron de jugar al ajedrez después de eso? No, al contrario”, señaló, aludiendo al auge actual del juego, incluso entre jóvenes que se entrenan con programas. Desde esa lógica, agregó: “La gran era que trae la inteligencia artificial es la gran era de la edición”.
Maqueira también subrayó los riesgos para trabajadores culturales, como traductores o ilustradores, y sostuvo que la IA “puede fingir que ha sangrado, que ha amado, puede incluso decir ‘dolor’ con la voz perfecta de quien nunca ha llorado”, pero carece de experiencia vital: “Mientras nos estemos muriendo, vamos a seguir escribiendo”, concluyó.
Claudia Piñeiro enfocó su intervención en el modo en que las máquinas procesan el lenguaje. Partió de un análisis de la famosa frase “la unánime noche”, de Borges, para preguntarse si una IA sería capaz de generar una expresión de esa naturaleza. “Todo ese proceso que hace Borges para elegir un adjetivo es imposible que lo haga una inteligencia artificial”, afirmó. Apoyándose en una idea del filósofo francés Éric Sadin, agregó: “Hay algo de azar en las palabras que elegimos, y ese azar es el que no puede replicar la inteligencia artificial”. Aun así, mostró preocupación por otros aspectos menos poéticos del avance tecnológico: “Me preocupa más lo que va a ser del mundo con la inteligencia artificial que si puede escribir literatura”.Hacia el final, Balmaceda introdujo una distinción entre autor y escritor: el primero como figura jurídica, el segundo como ejecutor del texto. En ese sentido, alertó sobre un escenario posible: plataformas como Amazon que reciben centenares de libros generados por IA cada día, o guías de turismo falsas que circulan con datos erróneos. “Estamos discutiendo cosas nuevas con categorías viejas”, advirtió.
Fuente: telam
Compartir
Comentarios
Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!