>El encuentro más atractivo de las semifinales de la UEFA Europa League tuvo lugar en el mismo escenario que albergará la final. El Nuevo San Mamés registró el primer duelo de la llave, con goleada 3-0 del Manchester United ante el local Athletic Club de Bilbao. Alejandro Garnacho fue titular en los Diablos Rojos y tuvo una buena actuación: condujo varias acciones y le invalidaron un tanto, pero quedó a un paso de jugar su quinta final, la primera en el ámbito internacional.

De los 6′ a los 18′, el anfitrión tuvo tres ocasiones de riesgo, una más clara que la otra. Álex Berenguer forzó una atajada de Onana sobre su palo derecho, Iñaki Williams ejecutó un cabezazo a quemarropa que rozó el travesaño y Berenguer parecía tener revancha más adelante, pero el defensor Victor Lindelof le sacó el tanto en la línea.

En la acción siguiente, la polémica invadió el País Vasco. A los 31′, una recuperación de Ugarte terminó en un agarrón de Dani Vivian a Rasmus Hojlund en el área. El árbitro noruego, Espen Eskas, fue llamado por el VAR, a cargo del italiano Aleandro Di Paolo, y cobró la pena máxima seguida de expulsión al defensor. Tras el fallo, el dueño de casa protestó por una mano de Garnacho en el origen de la jugada, pero no era sancionable. Bruno Fernandes cambió el penal por gol y mojó por duplicado en el cierre de la etapa para sellar el 3-0.

De esta manera, Alejandro Garnacho, que tuvo un remate rechazado por el arquero en el último cuarto de hora y fue reemplazado por Kobbie Mainoo, no logró aumentar su producción personal, compuesta de 10 goles y 9 asistencias en 53 encuentros de la temporada. Su último grito fue el 13 de abril en la derrota 1-4 contra Newcastle por la Premier League, mientras que en la Europa League lleva cuatro asistencias y un solo tanto, que se lo convirtió al Bodo Glimt en fase de grupos. El equipo noruego protagoniza la otra semifinal, en la que cayó 3-1 contra Tottenham en Londres.