01/05/2025
La última Reina peronista: quién era la joven que Isabel Perón coronó en el balcón el 1° de Mayo de 1975

Fuente: telam
Una tradición instaurada por Evita se mantenía viva en los 70: los sindicatos postulaban a sus representantes y Tessy Reale fue la elegida
>El 1° de mayo de 1975, “Tessy” Reale fue coronada como la última Reina del Trabajo en el balcón de la Casa de Gobierno. El Justicialismo había vuelto festiva esa histórica fecha que evocaba las luchas de los trabajadores; la elección de la Reina del Trabajo formaba parte de los rituales de ese festejo.
La elección de la Reina de los Trabajadores, tradición instaurada por Eva Perón, se mantenía viva en ese tiempo, y aquel 1° de mayo -el primero sin Perón-, ante una Plaza de Mayo colmada, la presidenta Isabel Perón la recibió y pronunció un discurso desde el balcón. “La plaza estaba llena y al recibir la corona había miles de obreros felices, con banderas y bombos”, recuerda Reale.
Teresa Beatriz “Tessy” Reale nació en Sancti Spiritu, en Santa Fe, pero cuando tenía tres años su familia se trasladó a Buenos Aires. Su trabajo como modelo la impulsó como la candidata ideal para Reina del Trabajo, pero “Tessy” asegura que fue una compañera del Sindicato de Variedades la que la anotó en el concurso. “A pesar de que era modelo, me daba vergüenza participar”, explica. Gracias a su amiga y a su sindicato Uadav (Unión Argentina de Artistas de Variedades), comenzó los preparativos para la competencia. “Tuve que ir a la peluquería, probarme ropa, zapatos, todo lo que eso implica”, cuenta sobre algo que ya hacía de muy chica cuando se probaba pelucas y vestidos de su mamá. “Cuando fui más grande comprendí que esa era mi vocación y comencé a estudiar”. La elección de la Reina era una costumbre que había sido establecida por Eva Perón y que continuaba hasta esos días. María Cristina Fernández, empleada administrativa en Obras Sanitarias, había sido Reale, en cambio, no pudo conocer durante su coronación en la Casa Rosada al General, que había fallecido el 1° de julio de 1974: “A mí me pegó muy fuerte la muerte de Perón porque quería que él continuara gobernando. Me hubiera gustado mucho”.El 30 de abril de 1975, con 22 años, Teresa fue elegida por un jurado compuesto por María Fernanda, especialista en moda, María Amelia, ex Miss Argentina, y el cantante de tango Alberto Marcó, entre otros, en el viejo Canal 7. Entre un total de 24 candidatas que pertenecían a distintos sindicatos, se convirtió en la última Reina del Trabajo, acompañada por las dos princesas Gladys Yannizzotto, representante de la Confederación de Empleados de Comercio, y Hebe Nélida Gasmur, del Sindicato Único de Trabajadores del Automóvil Club. Los jurados no tenían en cuenta únicamente los rasgos físicos de las postulantes sino que también hacían hincapié en su condición de trabajadoras y en el nivel cultural, atributos que Teresa también cumplía ya que leer obras de teatro y literatura moderna era uno de sus hobbies. Si bien se trataba de un concurso en el que cada una de las chicas esperaba consagrarse como ganadora, el justicialismo le daba un marco que hacía que se viviera el acontecimiento con gran alegría y sin rivalidad. “También sentí un poco de pena por la desilusión de las demás chicas. Simplemente tuve más suerte”, declara la modelo, fanática de deportes como la natación y la equitación y, sobre todo, simpatizante de Independiente.Acompañada por su padre, también peronista, Teresa recuerda aquel 1° de mayo de 1975 como una jornada emocionante. “Iba por Panamericana, veía pasar los camiones, los colectivos, llenos de gente con banderas y mi papá decía: ‘Acá tengo a la Reina del Trabajo’”. En la Casa de Gobierno, la recibió Julio González, secretario de la Presidencia. Una vez en el balcón, colmado de personalidades, se encontró por primera vez con Isabel, quien la coronó como reina con una corona de Ricciardi. “La plaza estaba llena y al recibir la corona había miles de obreros felices, con banderas, bombos”, detalla. Los trabajadores reunidos en la plaza gritaban por ella y por el recuerdo de Perón. “Había mucha gente que me saludaba y gritaba ‘¡Viva la reina!’”Una vez coronada, Reale declaró que se sentía profundamente peronista y optimista respecto al futuro de la patria. “Nosotros tenemos un pueblo maduro y responsable que sabrá hacer honor a los compromisos históricos que ha asumido el gobierno popular”.Isabel dio un discurso y, al finalizar el acto, Teresa regresó a su casa en San Miguel, donde la esperaban los vecinos revolucionados. “No podía dormir porque venían a casa todo el tiempo y tocaban timbre”.
Días después tuvo un segundo encuentro con Isabel, un desayuno en un salón en la Casa de Gobierno, en el que también participaron ministros y secretarios. “Hablamos un ratito, me preguntó de dónde era, dónde vivía, quiénes eran mis padres, a qué me dedicaba. Tuvo un trato muy amable”, cuenta Tessy y agrega: “Estuve con Isabel, me vieron todos, porque eran actos que no pasaban desapercibidos. Toda la gente miraba ese evento”. Aquel fue su último encuentro con la Presidente.El país atravesaba una situación extremadamente compleja, por lo que el reinado de “Tessy” se vio limitado en cuanto a actividades en comparación con los anteriores. De todos modos asistió a una considerable cantidad de eventos como representante de los trabajadores: un viaje a Bariloche, presencia en fiestas, desfiles y hasta misas por Eva Perón, además de visitas a la CGT. En la central de los trabajadores, en medio de aplausos, la recibió el secretario general Casildo Herrera con un asado, al que también asistieron renombradas figuras como el metalúrgico Lorenzo Miguel. “Eran la mayoría hombres, había pocas mujeres”. Ninguno la piropeó, destaca, siempre fueron muy educados con ella: “La gente era muy respetuosa”.Reale rememora los días previos al golpe de Estado del 24 de marzo de 1976. Ella era muy joven y, en el ambiente en el que se movía, no se hablaba mucho. “Yo nunca percibí que se venía un golpe militar”. Con la dictadura, Isabel fue encarcelada y, como Reina del Trabajo, Teresa tuvo miedo de que algo le ocurriera. “Ser la reina, peronista, imaginate”. Era enorme la tristeza que sentía Teresa por lo que sufría el peronismo en aquellos años. Además, no pudo reencontrarse con Isabel después de todo lo que le sucedió, lo que padeció como mujer, los cinco años detenida y luego tener que irse a España: “Me duele un montón”. Hoy, 50 años después, “Tessy” no olvida esos últimos momentos cerca de los trabajadores y del peronismo. “El evento quedó como borrado, perdido, olvidado, pero me emociona porque sé que soy la última y muy poca gente sabe que hay una Reina del Trabajo”, cuenta, conmovida al evocar esos años. “Es un sello importantísimo que va a quedar para mí, primero, y para mis hijos y para mi nieta”, dice hoy desde su casa en el Gran Buenos Aires, con sus dos hijos, Sebastián y Roberta, y su nieta, Camille. Al igual que su predecesora, la reina de 1974, Teresa rememora con emoción su reinado, a Perón e Isabel, y siente orgullo de haber sido su representante. Una plaza colmada de trabajadores y un último grito en su memoria: “¡Viva la reina!”[FOTOS: gentileza Teresa Reale y archivo]Fuente: telam
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