30/04/2025
Logran revelar los secretos del inquietante silencio de un volcán zombi de Sudamérica

Fuente: telam
Durante décadas, los extraños cambios en el terreno en el sur de Bolivia desafiaron a los científicos. Un equipo internacional logró evaluar el riesgo de erupción
>En lo profundo del altiplano boliviano, cerca de las fronteras con Chile y Argentina, se encuentra el Sin embargo, los instrumentos científicos han detectado movimientos anómalos en su interior. Desde hace más de dos décadas, se observa una señal inusual: la superficie terrestre se eleva en el centro del volcán y se Esa deformación geológica adopta una forma de sombrero. También se han registrado microsismos y emisiones de gases.
En la investigación participaron expertos de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China, la Universidad de Oxford en el Reino Unido y la Universidad de Cornell en los Estados Unidos. Publicaron los resultados en la revista El hallazgo indica que el volcán Uturuncu mantiene una actividad interna sin representar un peligro eruptivo en el corto plazo. Esto permitió entender su funcionamiento y mejorar la vigilancia de volcanes similares.
Un volcán es una abertura en la corteza terrestre por donde escapan materiales calientes del interior del planeta. Lo que sale se llama magma. Cuando llega a la superficie, se convierte en lava.Los volcanes nacen en zonas donde las placas tectónicas chocan o se separan. En esos lugares, la presión permite que el magma ascienda desde zonas profundas y se acumule en cámaras bajo tierra.El volcán Uturuncu pertenece al tipo estratovolcán. Está formado por capas de lava sólida y fragmentos de erupciones pasadas.
Ese tipo de volcán suele tener erupciones explosivas, aunque Uturuncu no muestra signos de eso en la actualidad.El Uturuncu es considerado como un “volcán zombi” porque, aunque no entra en erupción desde hace 250.000 años, sigue dando señales de vida.El equipo de investigadores que publicó en PNAS recopiló datos entre 2009 y 2012 a través de 48 estaciones sísmicas instaladas en la zona.
Aplicaron la técnica de tomografía sísmica. Es parecida a la tecnología que se usa para estudiar al cuerpo humano. Usa las velocidades de las ondas que atraviesan las rocas para deducir qué hay en el interior. Esas ondas cambian de velocidad si atraviesan gases, líquidos o materiales sólidos.
Los investigadores también estimaron el contenido de gas y líquido a distintas profundidades y no detectaron acumulación crítica de magma. Esta observación fue clave para descartar un escenario eruptivo.También revelaron la existencia de un conducto vertical que conecta una enorme masa de magma, ubicada a 10 kilómetros de profundidad, con la parte alta del volcán. Ese canal es la vía por la que ascienden los fluidos.
Esos líquidos se almacenan bajo el cráter y deforman la superficie del terreno. Es la explicación más precisa hasta ahora del patrón geológico que atrajo la atención de los investigadores al menos desde principios de la década del 2000.Según los científicos, el riesgo de una erupción del volcán en Bolivia es bajo. “Como la saturación de gas es baja (menor al 30 %), según el modelado físico de rocas, proponemos que Uturuncu se encuentra actualmente en un nivel relativamente bajo de riesgo eruptivo”, escribieron.Para el investigador, lo que se identificó en Uturuncu puede aplicarse a otros casos. “Los métodos presentados en este estudio podrían utilizarse en más de 1400 volcanes potencialmente activos y en decenas de volcanes como Uturuncu, que no se consideran activos pero que muestran signos de vida”, señaló a través de un comunicado.
El proyecto recibió apoyo financiero de múltiples agencias internacionales. Participaron la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos, el Consejo de Investigación Ambiental del Reino Unido (NERC) y el Programa Nacional Clave de Investigación y Desarrollo de China.
También colaboró el Consorcio EarthScope, que aportó los equipos sísmicos, y el Instituto de Geofísica de ETH Zurich, que contribuyó al procesamiento de datos. La combinación de recursos y saberes fue clave para revelar lo que ocurre bajo la superficie del altiplano.Además, el mapa subterráneo del Uturuncu podría guiar exploraciones de minerales estratégicos. Estos datos fortalecen el manejo del territorio andino ante posibles amenazas naturales y abren nuevas líneas de investigación sobre volcanes dormidos con señales de vida.
Fuente: telam
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