29/04/2025
Perla Suez y su nueva novela: “Vi una nena que se escapaba de un tipo y pensé que venía de un burdel”

Fuente: telam
La escritora argentina reflexionó sobre los vínculos familiares que sustentan su última obra, “La entrega”. Dice que en las grandes ciudades “la trata es más salvaje, pero se tapa”
>La escritora entrerriana afincada en Córdoba Perla Suez, referente de la literatura tanto para chicos como para adultos, vuelve con una novela cruda, La entrega, que se presenta, a priori, como una obra acerca de la trata de personas.
Con la cadencia y el encanto que la caracterizan, en esta entrevista despliega cómo la concibió, de qué se nutrió y qué la impulsó a escribir esta novedad publicada por Edhasa.
—¡Qué pregunta! Te lo contesto con otra pregunta: ¿Por qué tanta violencia en la sociedad que vivimos, en esta y en las sociedades en general, del mundo, que nos toca hoy? Creo que va conmigo ese tema, y está en toda mi narrativa el tema de la violencia y la impotencia frente a problemáticas que te desbordan totalmente. Una es la trata, pero en realidad esta novela arranca con el personaje de Evelin, la niña. Y yo veo la escena –como vengo del cine, siempre la imagen primero y después la acción que voy a construir–. Entonces veo una niña que se escapa de un tipo. Y digo “viene de un burdel”. Lo que me importaba era que ella escapara de él. Así arrancó el primer borrador.
—No. Después fui construyendo un poco más las escenas y me di cuenta de que tenía que dar vuelta todo y ver de dónde arrancaba la problemática. De un padre fundido; de la crisis de una familia que parece muy tranquila y que de pronto se destruye y se cae a pedazos; de una mujer que parece una santa, pero que no lo es. No hay santos ahí adentro. Y de a poco, fui construyendo una pequeña trama. No quería repetir ni la historia de Marita Verón ni la de Susana Trimarco, esto tenía que ver con la familia.
—Empezaste a esbozar las personalidades.—Hay algo de eso en esta novela, ¿no?
—Creo que trabajé mucho con los secretos de cada uno. Todos tenemos secretos.—Sí, todos llevamos algún secreto. Y me pregunté cómo serían los secretos de estos personajes. La simulación del padre frente a la madre, en la mentira, en no contar. En no decir la verdad de lo que está haciendo. Y ahí empecé a tramar. Los temas oscuros que trata esta novela no son en sí mismos dignos, ni son literatura. Hay muchos escritos oscuros que no llegan a ser literatura.
—Algo habitual en la escritura.—Sí, sí, como en capas. Por un lado la trata, casi como estrategia de marketing. Pero hay otras historias, el poder, los vínculos, la familia.
—Sí, tal cual. En el título, La entrega, se sospecha.—Fueron apareciendo de a poquito, en la construcción de cada imagen, de cada cuadro, si lo querés, del montaje. Porque sí hay un in crescendo, digamos, desde el comienzo hasta que pasa lo que pasa. Yo fui trabajando, pero cuando llegué al final, ahí fue el tema, no encontraba el final, porque no podía ser que Evelin volviera, “y comieran perdices y fueran felices”.
—Sin spoilear demasiado, vale decir que su vida no iba a volver a ser igual.—¿A qué te referís?
—Ahí están las marcas de cada escritor.
—¿Pudiste resolverlo, desentrañarlo?
—Lo evidenciás en Juan.
— ...está desesperado.
—Lo que se suele llamar “un pobre infeliz”.
—Nada vuelve a ser como antes.
—Vos hablás bastante del trabajo. Decís que te llevó cuatro años y que se fue dando la historia. Una vez que ya encontraste el tema, por decirlo de alguna forma, ¿cómo lo trabajaste? ¿Estuviste investigando acerca de eso?
—Eso queda evidente en la trama, también, la trata en relación con el poder. Para cerrar, una última pregunta. Pensando en las realidades del interior, ¿hay algo que propicie más este tipo de situaciones?
—Porque pensaba en el caso, por ejemplo, de Marita Verón.
—Pero por ahí uno no se entera, porque se tapa.
Fuente: telam
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