27/04/2025
Longevidad inteligente: por qué prevenir la demencia y modificar los malos hábitos es la clave para vivir más y mejor

Fuente: telam
El aumento de la expectativa de vida ha transformado el panorama global de la salud. Expertos consultados por Infobae hacen hincapié en la necesidad de pensar un enfoque integral que combine prevención, diagnóstico temprano y medidas para preservar la salud física y cognitiva a lo largo del tiempo
>LaLa vejez de ahora nada tiene que ver con la de hace 50 años. Alexandre Kalache, experto en salud pública, redefinió el concepto de envejecimiento. El médico epidemiólogo, nacido en Río de Janeiro y exdirector de la Organización Mundial de la Salud (OMS) entre 1995 y 2009, afirmóLa pregunta que ya se impone no es si vamos a llegar a vivir 100 años, sino cómo llegaremos a ese momento. Valter Longo, biólogo y profesor en la Universidad de California del Sur, aseguróPor eso no es casual que cada vez más existan técnicas, tratamientos y Los preceptos enfocados en la buena alimentación, el descanso y el ejercicio físico, son hoy el tridente que la medicina recomienda, a esta altura, como parte del ABC de la longevidad. El doctor Jay Olshansky, investigador en la Universidad de Illinois Chicago, junto con científicos de las universidades de Harvard, California en Los Ángeles y Hawái, presentó datos que respaldan su visión sobre los límites de la longevidad humana. En un estudio recientemente publicado en Nature Aging, señalaron que la expectativa de vida dejó de crecer al ritmo que se observó en el siglo XX.
Entre otros aspectos, Olshansky destacó que extender la vida humana únicamente para reducir enfermedades podría ser contraproducente si los años adicionales no son saludables. Propuso, en cambio, Es aquí donde toma relevancia el informe de laEste informe subraya la importancia de abordar la demencia no solo desde un enfoque clínico, sino también a través de la prevención y el manejo temprano. Según los expertos, existen varios factores modificables que pueden reducir la incidencia de la enfermedad. Entre estos se encuentran la mejora de la reserva cognitiva y física acumulada a lo largo de la vida, junto con la reducción del daño vascular. La demencia afecta a más de La Comisión de Demencias de Lancet insiste en que la detección temprana y la intervención adecuada pueden mitigar significativamente el impacto de la enfermedad en las poblaciones. A medida que la longevidad reconfigura las estructuras sociales, también está cambiando la forma en que pensamos sobre el envejecimiento. “Se alteró para siempre la pirámide demográfica de los países, incrementando la proporción de personas mayores en la población”, sostuvo en una entrevista con Infobae el Dr. José Jáuregui, médico recibido con diploma de honor de la UBA, especialista en Clínica Médica, Geriatría y Medicina Familiar y Preventiva, presidente de la Asociación Internacional de Gerontología y Geriatría.Según Jáuregui, la longevidad no solo debe entenderse como una cuestión de más años de vida, sino como una oportunidad para transformar la calidad de vida en la vejez. “Hay una paradoja. El ser humano no quiere envejecer, quiere ser joven, quiere seguir los mismos parámetros culturales que siempre hemos tenido. Pero a su vez, tampoco nos queremos morir tan pronto”, destacó el especialista, quien subraya que esta tensión refleja el deseo de vivir más años, pero al mismo tiempo, la resistencia a aceptar las realidades de esa prolongación de la vida.
Este dilema plantea desafíos tanto a nivel individual como colectivo, ya que muchas sociedades aún no han logrado asimilar plenamente los cambios culturales asociados con el envejecimiento de la población.En este contexto, el informe de la Comisión de Demencias de Lancet 2024 ha identificado una serie de factores de riesgo modificables que pueden prevenir o reducir la incidencia de la demencia.
Entre estos factores se encuentran la pérdida de visión, el colesterol alto y otros ya bien establecidos como la hipertensión, el sedentarismo, el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, la obesidad y la diabetes. El informe también resalta la importancia de mantener una vida activa, tanto física como mentalmente, para reducir significativamente el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas. Esta recomendación resalta la necesidad de un enfoque integral de salud que considere tanto los aspectos físicos como los mentales del bienestar.La longevidad extendida ha puesto de relieve una serie de enfermedades que, aunque no son exclusivas de las personas mayores, se manifiestan con mayor frecuencia en edades avanzadas. El Alzheimer y el Parkinson, por ejemplo, son enfermedades neurodegenerativas que, a pesar de los avances científicos “aún no tienen cura definitiva”, añadió Jáuregui, quien es además director médico de We Care, al destacar la importancia de continuar con la investigación y las estrategias preventivas.
El especialista también destacó que la mayoría de las formas de demencia no son causadas únicamente por factores genéticos. Aunque existen familias con formas genéticas dominantes de Alzheimer, en la mayoría de los casos, la predisposición genética no es un destino inevitable. “Sabemos hoy que muchas de estas personas puede no desarrollar la demencia, que es la enfermedad clínica”, explicó Jáuregui, y agregó que el estilo de vida y los hábitos saludables pueden modificar esa predisposición genética. “Esa expresión genética puede modificarse con hábitos y contextos de vida adecuados”, subrayó.Al igual que podemos influir en nuestra salud a largo plazo a través de nuestras acciones diarias, la epigenética funciona como Recientemente, Es por esto que los expertos hacen hincapié no solo en lo que podemos hacer para alcanzar la longevidad, sino también en cuáles son los factores de riesgo que se deben tener en cuenta para ello. Jáuregui señaló las enfermedades cardiovasculares y las neurodegenerativas, como la demencia. Esta coincidencia ofrece una ventaja significativa en términos de prevención, ya que las mismas medidas preventivas que se utilizan para prevenir enfermedades cardíacas también pueden reducir el riesgo de deterioro cognitivo.
Aquí es donde aparece el concepto de El cerebro, al igual que otros órganos del cuerpo, experimenta los efectos del paso del tiempo. El envejecimiento afecta a las neuronas, lo que repercute en la memoria, la concentración y en la aparición de enfermedades neurológicas. Sin embargo, según los expertos, existe una poderosa aliada para mitigar estos efectos: la reserva cognitiva.
El Dr. Jáuregui destacó la importancia de mantener una vida activa para fortalecer esta reserva cognitiva. “Que una persona mantenga una actividad que le guste, un hobbie, que camine, que tenga una vida de interrelación, que no viva en soledad... todo eso contribuye”, dijo el especialista, quien también subrayó los efectos negativos que la soledad puede tener sobre la salud cognitiva y mental de las personas mayores, especialmente durante la pandemia.Así, los participantes que mantenían un contacto regular con otras personas fueron diagnosticados con demencia a una edad promedio aproximadamente cinco años mayor que aquellos con menor actividad social. Esto sugiere que mantener una vida social activa podría ser una estrategia económica, sencilla y accesible para prevenir el deterioro cognitivo.
Con el aumento de la longevidad, también se ha reavivado el debate sobre el cuidado de las personas mayores. En muchos países, especialmente en América Latina, la idea de delegar el cuidado de un familiar mayor en una institución es percibida como un acto de abandono.El Dr. Jáuregui insistió en que este cambio no debe ser forzado, sino que debe ofrecer opciones dentro de un sistema de cuidado integral. “La verdad que forman una opción más para el cuidado de las personas”, expresó. No se trata de reemplazar el cuidado familiar, sino de ampliar las posibilidades para que el envejecimiento no implique aislamiento o dependencia.
El especialista concluyó con una reflexión poderosa: “La vejez no se enfrenta con miedo, se transita con preparación. Y esa preparación comienza mucho antes, en cada decisión cotidiana, en cada elección que nos conecta con otros, con nuestro cuerpo y con nuestras ganas de seguir viviendo, no solo más, sino mejor”.
Fuente: telam
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