21/04/2025
Una París que ya no existe, a través del legendario fotógrafo Robert Doisneau

Fuente: telam
El Museo Maillol presenta, a través de 350 imágenes, la primera retrospectiva del artista de la cámara en más de dos décadas
>París redescubre a uno de sus fotógrafos más populares y legendarios, Robert Doisneau (1912-1994), con una retrospectiva de 350 imágenes en el Museo Maillol que sorprende al visitante por sus experimentaciones visuales.
Entre ellas, una serie prácticamente inédita de experimentos de un autor que es ante todo conocido por sus fotos llenas de ternura sobre la niñez, o verdaderos iconos visuales, como su famosoO su fascinación con el color, un aspecto poco conocido del maestro. Doisneau es conocido por sus fotografías en blanco y negro, pero en una ocasión confesó que “si volviera a nacer, lo haría todo en color”, según aseguró Annette Doisneau.
Entre las imágenes sorprendentes, una enorme fachada de una casa típicamente parisina, en la que Doisneau se entretuvo a recortar las ventanas para pegar en su interior imágenes muy conocidas de su obra, tomadas en el interior de casas, desde un trabajador fumando y descansando en su cama a una familia de fiesta.“Conoció el éxito mucho antes de su muerte. Así que todo el mundo lo solicitaba y no sabía decir no”, recuerda su hija Annette, que ejerció como secretaria durante la etapa final de su vida.
Robert Doisneau consideraba la fotografía como el arte de caminar (“necesitas un buen par de zapatos”, solía decir, según su hija) y dejarse sorprender por la vida, por sus compatriotas.“Encontramos sus series icónicas sobre los niños, los bistrós, las calles. En contrapunto, 80 fotografías en una sección titulada “gravedad”, que muestran cómo supo captar los bajos fondos de la sociedad francesa de los años 40 y 50″, explica la comisaria de la exposición.
Es una imagen alejada de la alegría que desprenden sus fotos más conocidas, auténticas postales que siguen vendiéndose regularmente en los quioscos de París.Bailando en la soledad de la nocheFotografió una pareja bailando en la soledad de la noche, en la fiesta nacional francesa del 14 de julio, o a damas de la alta sociedad, saliendo de una gala de ópera.
Esas fotografías aparentemente perfectas demandaban varios ensayos, como sucedió con “El beso”, una imagen que se comprende mejor en el contexto de la serie que ayudó a gestarla.Fuente: AFP
Fuente: telam
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