22/03/2025
El PRO enfrenta una elección de alto riesgo: entre la guillotina de Karina Milei y el regreso del kirchnerismo

Fuente: telam
El partido amarillo puso en marcha la campaña y alista sus candidatos. Acusan a la hermana del presidente por bloquear acuerdos y admiten que en CABA pueden ganar por primera vez los K. “La prioridad de La Libertad Avanza es comerse al PRO”, se lamentan
>Por primera vez en casi dos décadas de hegemonía porteña, el PRO enfrenta una amenaza que puede comprometer su continuidad en el poder de la Ciudad de Buenos Aires. El avance de La Libertad Avanza, el partido de Javier Milei, plantea un escenario inédito: disputar el electorado anti K con un partido que comparte afinidad ideológica, pero que busca desplazar al PRO como fuerza dominante en el distrito más relevante del país. Y que el kirchnerismo gane por primera vez en la capital de la Argentina.
Quedó claro que habrá tres fuerzas que llegaron a la línea de largada con inusual paridad, el PRO de los Macri, LLA de los Milei, y el kirchnerismo encolumnado detrás de Leandro Santoro. Pero otros dos postulantes -el ex jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta, y el presidente de la UCR, Martín Lousteau- aunque más rezagados, pueden obtener porcentajes que alteren el resultado.
En el búnker del PRO de la calle Balcarce trabajan el trazo fino de la previa electoral Mauricio Macri; su primo y jefe de gobierno; Jorge Macri; la jefa de campaña, María Eugenia Vidal; los gobernadores Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Ignacio Torres (Chubut); el asesor Fernando De Andreis; y el consultor Antoni Gutiérrez Rubí.De ese equipo salen las principales definiciones, los trazos gruesos y los finos de la campaña, la estrategia y los mensajes que después transmiten en cada aparición pública. Hay una sensación agria con La Libertad Avanza, sobre todo con la hermana del presidente, Karina Milei, “El Jefe”, a quien responsabilizan por el distanciamiento político y electoral entre fuerzas afines. Y también surgió de allí la decisión de enfrentar una elección clave para la supervivencia del PRO con todos como candidatos: de Macri al último militante.En el entorno de Mauricio y Jorge Macri estiman que La Libertad Avanza está queriendo quedarse con el votante anti K, permanecer solo en la cancha frente al kirchnerismo. Y, si pueden, en dos años, llevarse un gobierno como el de la Ciudad de Buenos Aires, que representa el 20% del PBI argentino.
Saben que van a tener que competir con LLA por liderar el espacio antikirchnerista en toda la Argentina, pero en el macrismo aseguran que están haciendo “un ejercicio de responsabilidad”, superior incluso al que hacen los libertarios, que “pisotean al PRO, aunque pongan en riesgo su gobernabilidad”.En el equipo del ex presidente, cuando mencionan lo que ocurrió la semana pasada, reflotan recuerdos incómodos y dicen “nosotros ya estuvimos ahí”. Fue en diciembre del 2017 y resaltan el editorial de un diario centenario que publicó que “Mauricio era Perón; estamos ante un spoiler de una película que ya vimos”.
Advierten que el gobierno de Milei, aunque no lo perciba con claridad, está parado en el mismo lugar que el PRO ese fin de año, con la diferencia que ya le había ganado con el 41% de los votos la elección en la provincia de Buenos Aires a Cristina Kirchner. En ese momento, se valló el Congreso, se hizo un mega operativo con miles de policías y con los votos justos, se sancionó una ley decisiva para el futuro del gobierno. “Este clima es muy parecido al de diciembre de 2017, con la diferencia que todavía no pasó la elección de medio término”, recuerdan.En la mesa chica del PRO agregan que el kirchnerismo está viendo que -con el mismo porcentaje de votos que tuvo en las últimas nueve elecciones- la fragmentación le permite, por primera vez, ilusionarse con ganar la ciudad de Buenos Aires. Es un resultado que puede servirles de punto de partida para un triunfo electoral en el resto del país.“Hay que animarse a mandar barrabravas identificados como tales a acompañar la marcha de los jubilados, defenderlo públicamente y financiarlo con total impunidad. Los K no tienen nada que perder”, insistieron.
Y agregan que, suponiendo que las proyecciones del Gobierno estén en lo cierto, que vayan a ganar con contundencia en todo el país, que el PRO pueda desaparecer, que se queden con todo el voto antikirchnerista y que en la cancha solo queden ellos contra el kirchnerismo, “¿al día siguiente qué?“, se preguntan.
Despejada la incógnita sobre las alianzas, y con la certeza de que la coalición que encabeza el PRO enfrentará a los libertarios, el kirchnerismo, a Larreta y Martín Lousteau, emerge el interrogante principal de los nombres de los candidatos. En ese contexto, hay especulaciones y alternativas que se “desinflan”.De todos modos, explican que los cinco primeros lugares de la boleta estarán ocupados por “gente reconocible del PRO, con gestión o experiencia de gestión”. Es una descripción que anticipa que habrá ministros o diputados -hombres o mujeres- actuales o anteriores. Pero también, “renovación y una lista suficientemente amplia como para que los electores que vean otras marcas, encuentren en la lista gente que represente bien” a la coalición del oficialismo porteño.
“Independientemente de quién esté en la lista, todos somos candidatos, por eso van a ver a todos en campaña y en los medios”, dijeron desde el búnker de la calle Balcarce. Y lo contrastaron con lo que pasa en el campamento libertario: “En el mejor de los casos, Manuel Adorni es un funcionario nacional que nunca se involucró en temas de la ciudad. Nosotros tenemos un equipo que trabaja hace años”.En el equipo de campaña destacan el rol de Mauricio Macri en lo que viene, como el líder que está planteando el rumbo ante el desafío de resistir la ofensiva libertaria y, en simultáneo, preservar la identidad y supervivencia del PRO. “Mauricio siempre fue el mileísta más convencido. Ha hecho todo, absolutamente todo -y sigue queriendo- que al presidente le vaya bien”, consideraron.En el PRO creen que hay una decisión de Karina Milei de fortalecer su partido antes que facilitar acuerdos y en alianzas para sostener una gobernabilidad compartida. La principal prioridad que plantea el partido amarillo es que el cambio sea irreversible y se lamentan de que La Libertad Avanza tenga otra prioridad, que es comerse al PRO.
Entienden que la hermana del presidente quiere sacar de la cancha al PRO: “Exudan testosterona ideológica y política, dicen ‘no va más, este ciclo se acabó, quieren siete clavos en nuestro ataúd’, eso es lo que quieren. ¿Y si no nos entierran y si tropiezan?, porque las expectativas juegan en contra suya, porque ellos están gobernando”, planteaban en Uspallata.
Sin embargo, en el búnker amarillo la apuesta es que, sin una victoria arrolladora y con el PRO en pie, los electores puedan contar con dos ofertas de cambio para no volver para atrás, que sean dos ofertas democráticas, una más republicana y otra no tanto. Alcanza, en un punto, con que el resultado los deje vivos para 2027.
Para el laboratorio electoral del PRO, en la ciudad la elección no es Milei sí o Milei no, porque consideran que está fuera de dudas el apoyo que ofreció el partido a Milei en el ámbito nacional. No quieren saber nada de que estas elecciones sean un plebiscito sobre la gestión libertaria. “Milei en Argentina, el PRO en CABA”, es el argumento.
Por eso, encaran la campaña apelando a un voto útil al que buscan apelar mediante algunas preguntas: ¿Conviene cambiar de equipo de gestión? ¿Con dos años y medio por delante, conviene dejar al gobierno porteño bloqueado en la Legislatura? ¿Conviene que el kirchnerismo, que no es mayoriario, gane la elección?
Ante eso, la pregunta que agregan cambia de manera dramática el escenario: ¿le conviene al país que una derrota comprometa la estabilidad del distrito que representa 20% del PBI y que el kirchnerismo dé el primer paso para el regreso? El argumento es que evitar que el distrito quede desordenado y con un PRO fuerte puede ayudar, incluso, para que Milei haga un mejor su trabajo. Intragable argumento de ganar perdiendo.
En los equipos del oficialismo porteño saben que no pueden meterse con el símbolo de la motosierra que representa el ajuste del gasto, pero sí con la dinámica de romper y destruir: “La lógica de La Libertad Avanza de ‘vengo, destruyo y cambio el sistema, cambio todo y rompo todo’ no aplica a la ciudad de Buenos Aires. Hay 17 años de progreso, no somos Formosa, ni Santiago del Estero, feudos provinciales”.
Durante la campaña, en el PRO confían en contraponer su modelo al modelo libertario. “Creemos en la obra pública y La Libertad Avanza no. Defendemos el Teatro Colón, aunque si fuera por motivos fiscales, Milei diría ‘afuera’. Invertimos en educación pública. Terminamos con los piquetes, tenemos la tasa de homicidios más baja de América Latina y cuidamos el equilibrio fiscal. Lo que los libertarios hacen bien a nivel nacional, lo venimos haciendo hace 17 años”.
Ante el eslogan efectista y eficaz del “olor a pis” como causa eficiente de ese regreso político, en el PRO tienen ensayada una respuesta. Van a plantear que en CABA la pobreza pasó de una tasa histórica del 14% al 30%, como efecto de la postpandemia, la crisis y el ajuste actual: “La Ciudad no está sucia por un problema de falta de limpieza, está sucia por un problema social, de aumento de pobreza e indigencia”, dicen, y reconocen más cartoneros, más arrebatos y mendicidad, a veces violenta.
Fuente: telam
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