14/03/2025
Alerta en Tesla: la empresa de Elon Musk admitió que puede ser perjudicada por los aranceles de Estados Unidos

Fuente: telam
La fabricante de autos eléctricos advierte que las tarifas comerciales podrían afectar su producción y exportaciones, poniendo en peligro el futuro de la empresa del hombre más rico del mundo y colaborador de Donald Trump. La automotriz resalta las dificultades de la cadena de suministro y sus posibles consecuencias para la industria estadounidense
>La guerra comercial desatada por las políticas tarifarias impulsadas por el Gobierno de los Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump afectó a varios sectores de la economía estadounidense. En este contexto, Tesla, el principal fabricante de vehículos eléctricos del país, expresó su preocupación por las posibles consecuencias de las tarifas impuestas por los EEUU y cómo estas pueden dañar las exportaciones e incluso poner en riesgo su producción.
La carta de Tesla destaca cómo los exportadores estadounidenses se encuentran expuestos a “impactos desproporcionados” cuando otros países responden con tarifas en represalia a las políticas comerciales de Estados Unidos. Tesla se refiere específicamente a las tarifas impuestas a los vehículos eléctricos importados a países sujetos a las sanciones estadounidenses. Estas tarifas, según Tesla, ya afectaron a la compañía en ocasiones anteriores y, si se repiten, podrían tener un impacto negativo en la competitividad de la automotriz, que depende de las exportaciones de sus autos eléctricos a mercados internacionales.
Junto con Tesla, otras organizaciones de la industria automotriz también han expresado su preocupación por las tarifas. Autos Drive America, un grupo comercial que representa a fabricantes de automóviles extranjeros en Estados Unidos como Toyota, Volkswagen, BMW, Honda y Hyundai, advirtió que las tarifas generalizadas podrían interrumpir la producción en las plantas de ensamblaje de vehículos en el país. El grupo señaló que las automotrices no pueden reconfigurar sus cadenas de suministro de manera inmediata, lo que generaría un aumento en los costos de producción. Esto, a su vez, podría resultar en una subida de los precios para los consumidores, una reducción en la variedad de modelos ofrecidos en el mercado y, en el peor de los casos, el cierre de líneas de producción en Estados Unidos, lo que causaría pérdida de empleos en toda la cadena de suministro.
Las advertencias de Tesla sobre las consecuencias de la guerra comercial se dan en un momento crítico para la compañía. A principios de este mes, Tesla ya estaba enfrentando dificultades, ya que las acciones de la empresa sufrieron la mayor caída de los últimos cuatro años, con una pérdida del 15% en un solo día, debido a una serie de revisiones a la baja en las proyecciones de entrega de vehículos, según los analistas de UBS. La caída de las acciones se sumó a la creciente desconfianza de los inversionistas en la capacidad de Tesla para mantener el ritmo de crecimiento en un mercado global altamente competitivo.No es la primera vez que el presidente Trump y Elon Musk se encuentran en el centro de la escena. Aunque Musk ha sido un aliado cercano de Trump, incluso desempeñándose como parte del Departamento de Eficiencia del Gobierno creado por el expresidente, las políticas comerciales implementadas durante su administración han puesto a empresas como Tesla en una posición incómoda, especialmente cuando se enfrentan a represalias por parte de otros gobiernos. A pesar de la relación cercana, Tesla ha expresado su deseo de evitar consecuencias negativas de las políticas comerciales de Estados Unidos, subrayando la importancia de que estas acciones no dañen a las empresas estadounidenses en el proceso de tratar de abordar las prácticas comerciales desleales de otros países.Tesla también enfrenta dificultades en algunos de los mercados más grandes para los autos eléctricos, como China y Alemania, donde su competitividad se ha visto afectada por las políticas internas y la competencia local. En China, la compañía no solo debe competir con gigantes locales como BYD, sino también lidiar con la caída de las exportaciones desde su planta en Shanghái. En febrero, las ventas de Tesla en China cayeron un 49%, con solo 30,688 vehículos entregados, la cifra más baja desde julio de 2022.En medio de estas dificultades internacionales, Tesla también recibió un gesto de apoyo por parte de Trump. El 11 de marzo, el expresidente de Estados Unidos anunció que compraría un vehículo Tesla para tenerlo en la Casa Blanca y que estaría disponible para su uso por parte de su personal. Trump destacó la importancia de Elon Musk como un patriota, alabando sus esfuerzos para reducir el tamaño del gobierno y su lucha contra el despilfarro de fondos. A pesar de las dificultades en el mercado, el presidente defendió la idea de que Musk no debería ser penalizado por sus posiciones políticas y reiteró que él mismo nunca había solicitado nada de parte de Musk.
Esta compra de Tesla, que ocurrió poco después de la caída de las acciones de la automotriz, fue vista como una muestra de apoyo en medio de las dificultades que enfrenta la empresa. Sin embargo, el gesto no consiguió mitigar por completo la creciente presión sobre Tesla y sus perspectivas de crecimiento.Fuente: telam
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