02/12/2025
Accidentes de trabajo: la “industria del juicio” se acerca a un pico de demandas que se concentran en 9 provincias
Fuente: telam
Un informe privado detectó un fuerte crecimiento de los expedientes judiciales desde 2020, cercano al pico de 2017. Cómo es el accionar de los juzgados provinciales y los peritos que complica la situación de los juicios por accidentes y enfermedades laborales
>En la previa del debate de la reforma laboral, que el Gobierno enviaría al Congreso en las próximas semanas, un informe privado reveló que el volumen de demandas judiciales por accidentes y enfermedades laborales retomó niveles inéditos, siendo uno de los factores que más afectan la generación de empleo formal en la Argentina.
La estructura vigente del sistema de riesgos del trabajo en la Argentina dejó al descubierto una nueva desconexión entre los siniestros reportados y las demandas efectivamente presentadas ante la justicia. Un reporte de Fundación Mediterránea mostró que mientras los registros de accidentalidad mantuvieron una tendencia descendente, el número de causas judiciales por cuestiones laborales avanzó con fuerza, generando no solo incertidumbre operativa en las empresas, sino costos crecientes asociados a la cobertura de las aseguradoras y presión directa sobre las alícuotas del sistema.
“Entre 2021 y 2025, el número de demandas judiciales por accidentes y enfermedades laborales experimentó un marcado rebote, estimando al cierre de 2025 alrededor de 125.000 presentaciones, volumen semejante al máximo histórico de 2017″, remarcó el estudio. Este incremento se da en un contexto donde la siniestralidad descendió, lo que confirma que el motor del fenómeno no está en la ocurrencia de accidentes, sino en la estructura de incentivos del sistema pericial y judicial de cada provincia.La presidenta de la UART, Mara Bettiol, advirtió que ningún sistema puede sostener este nivel de judicialización y, en medio del debate por las modificaciones al sistema actual, destacó que “ninguna reforma, cualquiera sea su alcance, podrá cumplir sus objetivos si el Sistema de Riesgos del Trabajo continúa sometido a esta dinámica judicial.El análisis de los registros precisó que nueve provincias concentran aproximadamente el 80% del total de juicios del sistema. Al comparar 2025 con el año anterior, en las provincias más relevantes la mayoría registró incrementos en la cantidad de causas iniciadas, siendo particularmente marcado el aumento en Santa Fe, San Luis y Chubut. La tendencia afecta la previsibilidad y la gestión de los riesgos laborales en todo el territorio nacional.
Asimismo, sumaron que muchas veces son profesionales que “no cuentan con especialización en la valuación del daño laboral ni capacitación específica en la temática y no existen mecanismos sistemáticos de monitoreo de su desempeño; pero la distorsión más grave la genera el hecho de que el procedimiento vigente los obliga a efectuar una nueva evaluación del trabajador en lugar de revisar el dictamen previo de la Comisión Médica”.
El efecto económico de estos comportamientos impacta en la estructura de costos de la cobertura de riesgos laborales. La cuota que empresas pagan a las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (ART), representada como porcentaje de la masa salarial, combina dos elementos principales: el riesgo real inherente a la actividad y el costo judicial esperado por la litigiosidad. Cuando este último se desacopla de la siniestralidad registrada, la estructura de costos se ve alterada y el riesgo judicial predomina sobre el riesgo objetivo de accidentes reales.
“El aumento de las alícuotas justifica la preocupación y reclamo de los empleadores. Pero en la medida en que estos incrementos alcanzan para cubrir sólo parcialmente el impacto financiero de la judicialización la sostenibilidad del sistema se está erosionando. Las recientes disposiciones de la Superintendencia de Seguros de la Nación estableciendo, ante una situación de déficit financiero, una inhibición general de bienes sobre una ART alerta sobre posibles riesgos sistémicos”, concluye el reporte.
En agosto de este año, el promedio de las alícuotas pagadas por los empleadores alcanzó el 2,9% de la masa salarial. A pesar del aumento, la suba sólo compensa parcialmente el impacto financiero derivado de la judicialización. Esto deja a la sostenibilidad del sistema expuesta ante episodios de alta conflictividad o variaciones bruscas en las condiciones macroeconómicas del país.
Fuente: telam
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