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16/11/2025

Alertan por la disminución del movimiento de animales en la naturaleza: los riesgos para los ecosistemas

Fuente: telam

Investigadores del Instituto Weizmann de Ciencias, en colaboración con expertos internacionales, presentaron datos que muestran un aumento exponencial en la movilidad humana desde la Revolución Industrial y un marcado retroceso en los desplazamientos de otras especies

>* Este contenido fue producido por expertos del Instituto Weizmann de Ciencias, uno de los centros más importantes del mundo de investigación básica multidisciplinaria en el campo de las ciencias naturales y exactas, situado en la ciudad de Rejovot, Israel.

En un La vida, por su propia naturaleza, está siempre en movimiento, dando forma tanto al mundo natural como a la sociedad humana. Sin embargo, hasta ahora no se había realizado ninguna comparación entre las diferentes especies en cuanto a la magnitud de su movimiento global.

Las aves, por ejemplo, recorren enormes distancias, pero su masa corporal total es ínfima. En contraste, los peces de aguas profundas pueden viajar distancias cortas, pero su biomasa combinada es enorme: aproximadamente mil veces mayor que la de todas las aves.

El índice que crearon, denominado métrica de movimiento de biomasa, se calcula multiplicando la biomasa total de una especie —es decir, la masa combinada de todos sus miembros— por la distancia total que recorre dicha especie en un año. El cálculo global de esta métrica permitió, por primera vez, cuantificar el movimiento global entre especies animales y compararlo con el de la humanidad.

Cabe destacar que el movimiento de biomasa de los humanos a pie es seis veces mayor que el de todos los mamíferos terrestres, aves y artrópodos silvestres juntos. En promedio, cada persona recorre unos 30 kilómetros al día por diversos medios, una distancia ligeramente superior a la de las aves silvestres. En comparación, los mamíferos terrestres silvestres (excluidos los murciélagos) recorren solo unos 4 kilómetros al día. En el aire, el movimiento de biomasa humana en avión es diez veces mayor que el de toda la fauna silvestre voladora.

“Los animales invierten gran parte de su energía en el movimiento, y medir el movimiento de su biomasa nos permitió comparar el coste energético del transporte entre especies. Descubrimos, por ejemplo, que un solo avión consume tanta energía como todas las aves silvestres juntas. Puede resultar difícil comprender hasta qué punto la humanidad afecta a la naturaleza, pero la métrica del movimiento de biomasa proporciona una medida cuantitativa que revela el verdadero equilibrio de poder en la Tierra >Este equilibrio de poder está cambiando drásticamente. La humanidad continúa desarrollándose y expandiéndose mientras la naturaleza se deteriora. La mayor parte del movimiento de biomasa ocurre en los océanos, pero incluso esos vastos hábitats se ven gravemente afectados por la actividad humana.

“Desde la Revolución Industrial, el movimiento de la biomasa humana se ha disparado un 4000 %, mientras que el de los animales marinos ha disminuido aproximadamente un 60 %“, explica el Dr. Yuval Rosenberg, quien dirigió el estudio en el laboratorio de Milo. “Hoy sabemos que el movimiento animal es fundamental para el correcto funcionamiento de los ecosistemas y que estos deben permanecer conectados entre sí para sobrevivir. El declive global del movimiento animal es una señal de alarma para todos >También participaron en el estudio el Dr. Dominik Wiedenhofer y la Dra. Doris Virág de la Universidad BOKU de Viena; Gabriel Bar-Sella, Lior Greenspoon y Barr Herrnstadt del Departamento de Ciencias Vegetales y Ambientales del Instituto Weizmann; el Dr. Lewis Akenji del Instituto Hot or Cool de Berlín; y el Prof. Rob Phillips del Instituto Tecnológico de California, Pasadena.

Las especies animales rara vez desaparecen de la noche a la mañana; por el contrario, sus poblaciones suelen disminuir gradualmente. Pero mucho antes de la extinción, el número de ejemplares de una especie puede caer por debajo del umbral necesario para cumplir su función ecológica, lo que desencadena profundos cambios en la naturaleza.

“El nuevo estudio revela el alcance del dominio de la humanidad sobre la vida silvestre y la dificultad de reparar el daño que infligimos a la naturaleza», afirma Milo. “El hallazgo más impactante es el colapso de los mamíferos marinos, cuya biomasa actual representa solo el 30 % de la que existía en 1850. Estas poblaciones se vieron gravemente afectadas por la caza industrial, principalmente a mediados del siglo XX. Si bien la caza comercial de grandes ballenas se prohibió hace unos 40 años, sus poblaciones solo se han recuperado parcialmente. Algunas especies pueden recuperarse si se actúa a tiempo, pero la medida más eficaz es evitar, en primer lugar, la caza de poblaciones vulnerables >Números científicos:

    Entre los participantes del estudio se encontraban Noam Ramot, Uri Moran y el Dr. Elad Noor del Departamento de Ciencias Vegetales y Ambientales de Weizmann; el profesor Uri Roll de la Universidad Ben-Gurion del Negev; y el profesor Rob Phillips del Instituto Tecnológico de California.

    Fuente: telam

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