14/11/2025
“Duermo dos horas, cuatro como máximo”: aseguró la primera ministra de Japón Sanae Takaichi y encendió la polémica
Fuente: telam
Ante el Parlamento, la mandataria expuso su rutina extrema de trabajo y reabrió el debate sobre el exceso laboral en Japón. Por qué los especialistas aseguran que su ejemplo puede reforzar el modelo de sacrificio “karoshi”, muerte por exceso de trabajo, que aún es una preocupación social
>El episodio ocurrió el jueves, en Tokio, durante una reunión con legisladores convocada para abordar el futuro del mercado laboral japonés.
Las palabras de la mandataria reavivaron el debate en torno a la cultura del trabajo intenso, el fenómeno del “karoshi” y las políticas oficiales sobre las horas extraordinarias. Las repercusiones se observaron en la opinión pública, los medios nacionales y expertos en salud.El contexto de las declaraciones surgió mientras el gobierno analiza la posibilidad de ampliar el número de horas extra autorizadas como estrategia para estimular el crecimiento económico.Según precisó Le Figaro, Takaichi, primera mujer en liderar el Ejecutivo japonés, respondió preguntas sobre su vida diaria y los horarios de trabajo.La agenda política del gobierno promueve el debate sobre cómo compatibilizar las necesidades de empresas y trabajadores. Takaichi defendió la búsqueda de un equilibrio personalizado que permita a los empleados elegir cómo organizar trabajo, familia y tiempo libre.
Especialistas en salud pública y organizaciones laborales manifestaron preocupación tras las declaraciones de la primera ministra. El asunto del surmenage excede la anécdota personal y remite a un problema estructural en la sociedad japonesa, donde el exceso de trabajo genera altos niveles de estrés, baja natalidad y en casos extremos, muertes por fatiga extrema, un fenómeno conocido como “karoshi”.
Autoridades sanitarias advirtieron que la promoción de modelos laborales insalubres impacta sobre la salud general, la productividad y la calidad de vida.Integrantes de sindicatos, analistas y figuras políticas destacaron que los trabajadores japoneses afrontan jornadas largas desde hace décadas. El uso excesivo de horas extra, junto a la presión social por el rendimiento, colocó a Japón entre los países con mayor porcentaje de empleados que sacrifican el descanso.De acuerdo con Le Figaro, la presentación de Takaichi reavivó polémicas previas en torno a su estilo de liderazgo. Hace unas semanas, la mandataria programó una reunión con su equipo de colaboradores a las 3:00 de la madrugada para preparar una sesión legislativa, generando críticas por institucionalizar hábitos de trabajo nocturno. Observadores locales apuntaron que esa práctica refuerza la idea de que el sacrificio laboral constituye un valor nacional.
El tema trasciende la figura de la primera ministra y evidencia un desafío de largo plazo para la sociedad japonesa. El equilibrio entre crecimiento económico, modernización y bienestar personal se perfila como uno de los grandes retos del país en el siglo XXI. Las políticas estatales deben considerar la realidad demográfica de Japón, marcada por envejecimiento poblacional, baja tasa de natalidad y disminución de fuerza laboral joven.Organizaciones civiles y asociaciones de salud resaltan la importancia de establecer límites claros a la carga de trabajo, fomentar el descanso y garantizar condiciones seguras. Algunos sectores económicos defienden la flexibilidad horaria para aumentar la productividad y cubrir vacantes, mientras otros piden regulaciones más estrictas y sanciones contra el abuso de horas extraordinarias.El futuro del mercado laboral japonés impondrá a los decisores la necesidad de armonizar entre eficiencia económica, salud social y equidad en las condiciones de trabajo.
Fuente: telam
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