12/11/2025
Cómo se originó la mayor tormenta solar de 2025 y qué efectos podría tener en la Tierra
Fuente: telam
Una intensa erupción lanzó radiación y plasma hacia el planeta, lo que alteró comunicaciones y sistemas eléctricos. Qué dicen los expertos
>Ayer, en cuestión de minutos, la superficie del Fue la erupción más fuerte de 2025 y la más intensa desde octubre del año pasado. Su impacto inmediato se sintió en África y Europa, donde se registraron apagones de radio e interrupciones en las comunicaciones de alta frecuencia.
La escena que describen los astrónomos es la de un Sol desbordante de energía, en pleno ascenso hacia el máximo de su ciclo de 11 años.“La Tierra está en la línea de fuego”, advirtieron los expertos del Centro de Predicción del Clima Espacial de la NOAA, al confirmar que la eyección de masa coronal —una inmensa burbuja de plasma magnetizado— se dirige directamente hacia nosotros. Las previsiones indican que el impacto podría producirse hacia el mediodía o tarde del 12 de noviembre, generando tormentas geomagnéticas severas (G4) y auroras visibles a miles de kilómetros del Círculo Polar.La llamarada de clase X5.1 fue el clímax de una cadena de erupciones consecutivas que la región AR4274 liberó durante tres días. Entre el 9 y el 10 de noviembre, el Sol ya había emitido dos estallidos de magnitud 1.7 y 1.2 respectivamente, acompañados por eyecciones de masa coronal que ahora se desplazan por el espacio interplanetario. Si esas nubes de plasma se combinan con la tercera, el golpe sobre la magnetosfera terrestre podría ser excepcional.Durante los segundos más intensos del evento, el Sol liberó una avalancha de radiación ultravioleta y rayos X que ionizó las capas altas de la atmósfera terrestre.
El físico solar Keith Strong lo resumió con una frase que recorrió las redes sociales: “Estamos viendo un Sol más activo, más impredecible y más explosivo que en años anteriores”. Los investigadores señalan que este comportamiento forma parte del Ciclo Solar 25, un período que comenzó en 2019 y alcanzará su punto máximo entre fines de 2024 y 2025.
Cuando el plasma solar alcanza el campo magnético de la Tierra, lo distorsiona y excita las partículas que lo componen. Ese choque cósmico, aunque invisible a simple vista, se traduce en los cielos del planeta en uno de los espectáculos naturales más hermosos: las auroras boreales y australes. Según los pronósticos de la NOAA, los efectos de las últimas erupciones podrían ser visibles tan al sur como Alabama o el norte de California, algo poco frecuente.El ciclo actual del Sol está en su fase más activa. Cada once años, su campo magnético se invierte, y ese proceso de reorganización genera un caos magnético que se traduce en tormentas más frecuentes e intensas. Los expertos esperan que esta etapa de alta energía se mantenga hasta finales de 2025, aunque el momento exacto del pico máximo solo podrá determinarse meses después.
Las recomendaciones son simples pero cruciales: alejarse de las ciudades, buscar un horizonte despejado y dejar que la cámara del teléfono capte lo que el ojo a veces no percibe. “Tomar una fotografía con la cámara de un teléfono inteligente también puede revelar indicios de la aurora boreal que no son visibles a simple vista”, señala la NOAA.
El deslumbrante espectáculo de las auroras tiene un reverso peligroso. Cuando las partículas del viento solar impactan el campo magnético terrestre con suficiente fuerza, pueden alterar temporalmente la red eléctrica y los sistemas de comunicación. Esas tormentas geomagnéticas son capaces de interferir con los satélites, los GPS y las comunicaciones del control aéreo.El registro histórico de tormentas solares incluye eventos de enorme magnitud. En 1859, el llamado Aunque la tecnología actual es mucho más robusta, el riesgo persiste. En una sociedad cada vez más dependiente de los satélites y las redes eléctricas, una tormenta extrema podría provocar apagones regionales, interrumpir servicios de posicionamiento y afectar las comunicaciones globales. Por eso, la NOAA y la NASA mantienen un monitoreo constante del Sol a través de observatorios espaciales como el Solar Dynamics Observatory (SDO) y el Solar and Heliospheric Observatory.La actividad solar actual demuestra que el Sol atraviesa uno de los períodos más intensos de las últimas dos décadas. Cada llamarada, cada eyección de plasma, cada apagón de radio o aurora fuera de lugar son recordatorios de que vivimos bajo el dominio de una estrella cambiante.
En las próximas horas, la atención de los observatorios espaciales seguirá puesta en la nube de plasma que viaja rumbo a la Tierra. Si el impacto es tan intenso como se prevé, las auroras podrían iluminar los cielos del hemisferio norte durante varios días, mientras las redes eléctricas y los satélites se preparan para resistir la tormenta.
Para los astrónomos, este tipo de eventos no solo representan un desafío técnico, sino una oportunidad única para estudiar la dinámica solar en tiempo real.Fuente: telam
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