19/07/2025
La acidificación de los océanos: por qué este cambio silencioso amenaza la vida marina del planeta

Fuente: telam
El equilibrio de numerosos ecosistemas depende de procesos invisibles que comienzan a alterarse con rapidez y afectan desde organismos diminutos hasta complejas redes biológicas
>El aumento del Esta transformación, conocida como acidificación oceánica, ya genera efectos visibles en la biodiversidad marina y podría poner en peligro la supervivencia de los arrecifes de coral, considerados uno de los Un nuevo Esta proyección científica, publicada en el Journal of Geophysical Research: Oceans, alerta sobre un cambio abrupto que podría superar las capacidades naturales de adaptación de los corales y otras especies marinas.
La acidificación oceánica, según explicó el geólogo Federico Ignacio Isla, investigador del CONICET y la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP) en diálogo con Infobae, “es la disminución del pH oceánico producto de cambios en su composición. Puede ser por causas naturales, lo que condujo a alguna de las cinco extinciones masivas que tuvo el planeta (que ocurrieron cuando más del 70% de las especies desaparecieron). Actualmente, la acidificación está aumentando por el aumento del CO₂, producto de actividades humanas”. Esto ocurre como resultado de una mayor concentración de CO₂ atmosférico, que se disuelve en el océano. El fenómeno altera la disponibilidad de carbonato, un componente esencial para que muchos organismos marinos, como los corales, las almejas y los caracoles, puedan formar y mantener sus esqueletos o conchas. La consecuencia es una debilitación de las estructuras calcáreas y, en muchos casos, la imposibilidad de sostener su crecimiento o reproducción.El estudio de Hawái, dirigido por la oceanógrafa Lucia Hošeková, mostró que “se proyecta un aumento significativo de la acidificación oceánica en las aguas superficiales alrededor de las principales islas hawaianas, incluso si las emisiones de carbono se estancan a mediados de siglo en el escenario de bajas emisiones”, según afirmó la experta en un comunicado. Esta proyección implica que los arrecifes estarán expuestos a condiciones químicas que no enfrentaron “en muchos miles de años”, lo que podría alterar su estructura y funcionalidad de forma drástica.El profesor Brian Powell, también miembro del equipo, destacó: “Los resultados muestran las posibles condiciones de acidificación que podrían experimentar los corales. Sin embargo, la gravedad de estas condiciones varía según el escenario climático global. En el mejor de los casos, los corales se verán afectados, pero podría ser manejable. Por eso, continuamos con nuevas investigaciones para examinar los efectos combinados del estrés sobre los corales”.
La acidificación, según Isla, “afecta a organismos sésiles (que no se mueven) y que no pueden vivir en estas condiciones o con cambios rápidos (temperatura, salinidad, pH, turbidez)”. Aunque existen indicios de que algunos corales pueden aclimatarse a aguas más ácidas, los especialistas advierten que esta resiliencia natural es limitada.Y agregó: “Hay otras especies que pueden ser impactadas. El Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) de Mar del Plata ha realizado muestreos de centollas hembras a diferentes latitudes para analizar si hay diferencias en la calcificación de sus partes. En las costas de la Provincia de Buenos Aires existen organismos que podrían ser afectados por la acidificación”.
La ONG Fundación de la Gran Barrera de Coral explica este proceso de la siguiente manera: “El blanqueamiento de los corales generalmente se desencadena por el estrés térmico causado por el aumento de la temperatura del agua y la radiación ultravioleta, pero puede ocurrir debido a otros factores, como cambios en la calidad del agua”.Desde la fundación declaran que “el aumento de las temperaturas del océano provocado por el cambio climático es la causa principal del blanqueamiento de los corales”.
La preocupación por el futuro de los arrecifes no se limita a Hawái. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) publicó en noviembre de 2024 una actualización de su “La protección de nuestra biodiversidad no sólo es vital para nuestro bienestar, sino también crucial para nuestra supervivencia”, afirmó la doctora Grethel Aguilar, directora general de la UICN.La organización señaló que, además del aumento de la temperatura del agua y la acidificación, existen amenazas locales como la contaminación, la pesca insostenible y la escorrentía agrícola que agravan la situación.
Frente a este panorama, la comunidad científica insiste en la urgencia de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y de implementar acciones locales para minimizar los vertidos contaminantes. Beth Polidoro, coordinadora de la UICN para corales, advirtió: “Si actuamos ahora, podemos frenar el ritmo del calentamiento de los océanos y ampliar la ventana de oportunidad para que los corales se adapten y sobrevivan potencialmente a largo plazo”.
Fuente: telam
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