13/06/2025
Balearon la camioneta del líder de la barra de Huracán: los detalles del negocio que recrudeció la interna

Fuente: telam
Claudio De Respinis hizo la denuncia y la sospecha recae en referentes de la facción disidente de la barra. Los recitales de La Renga, la clave
>El jefe de la barra de Huracán estaba acostado viendo una serie con su esposa. En otro cuarto estaba su hijo menor. Eran las 11 de la noche del miércoles. Una serie de estruendos lo puso en alerta. Acostumbrado a los ruidos de los calibres nueve milímetros y 22, supo rápidamente que no eran estrépitos provenientes de algún caño de escape en mal estado de un auto o de una moto potente. Toda la familia se tiró al piso y cuando pasaron unos minutos y ya no escucharon más nada, Claudio De Respinis, alias el Cone, purgando una pena de tres años de ejecución condicional por la guerra en la barra del Globo, salió a la calle. Y lo que vio certificó su intuición: la camioneta Volkswagen gris de su propiedad presentaba cinco disparos sobre el lateral derecho, el del conductor. Ahí nomás llamó al 911 y formalizó la denuncia que ingresó en la fiscalía 29 que estaba de turno aunque esta tarde será remitida a la fiscalía de Delitos Complejos de la Ciudad donde se tratan desde hace un tiempo todos los temas vinculados a la interna de los dueños del tablón Quemeros.
Esta vez la hipótesis de trabajo son dos: si bien desde la barra oficial aseguran que el incidente es uno más en la interna que enfrenta a la facción oficial José C Paz, grupo mayoritario de los violentos, contra la de Plaza España, liderada por un viejo barra apodado el Gordo Pablo, otra línea investigativa va directamente sobre uno de los negocios más redituables de la barra: los recitales que se están haciendo cada vez más frecuentes en el Tomás A. Ducó.
En este caso específico, se trata de los tres multitudinarios shows que La Renga tiene preparados para ofrecer entre el 28 de junio y el 5 de julio. Esta sospecha está abonada en el manejo cotidiano que hace la barra en cada show, no sólo con la reventa de tickets, sino también con todos los puestos de comida y bebidas en los alrededores y el despliegue infernal en las calles de Parque Patricios del merchandising ilegal. Y explotó cuando se escuchó por la avenida Amancio Alcorta que los líderes de la barra habrían recibido 1500 tickets para ponerlos en el circuito paralelo mientras que ellos habían avisado que sólo contaban con 500. La diferencia no sólo es sustancial en el número, sino en el dinero que se recauda: cada entrada cuesta en la página oficial 65.000 pesos pero, dada la demanda (hay dos funciones absolutamente agotadas y una tercera en curso), se estima que la barra las podría comercializar en 100.000. Eso da una suma de 150 millones de pesos si son 1500 tickets y “apenas” 50 “palos” si las entradas son 500. Sí, en esta suposición judicial el desvío de fondos es de 100 millones, lo que en el mundo de los delincuentes del fútbol bien vale una balacera.Todo comenzó a mediados del año pasado y recrudeció con varios hechos en este 2025, el último de ellos justamente en marzo también en la calle donde vive el Cone, donde lo atacaron con bombas molotov y él respondió a los tiros. Por ese caso se rompió su invicto con la Justicia: tras zafar una y otra vez de todas las causas que tenía por violencia en el fútbol, en esta oportunidad debió optar por un juicio abreviado con En el medio de todo esto aparecen los shows. Y ya es habitual que los productores de los mismos tengan que arreglar con las barras. De hecho, en el caso de La Renga, El temor llevó a que no hubiera una denuncia policial pero sí una charla con el Ministerio de Seguridad de Santa Fe y quien intervino fue el secretario de Seguridad en Eventos Masivos, Fernando Perevengo, quien formalizó la denuncia ante la fiscal María Laura Uzquiza. Como la amenaza era provocar tal tipo de disturbios que pusiera en riesgo el show y la integridad física de los espectadores, se pactó una entrega controlada, dejar pasar el show y actuar al día siguiente, cuando fue allanado y detenido Trocello, quien quedó en prisión preventiva por el delito de amenazas coactivas calificadas y tenencia de estupefacientes. ¿Puede pasar lo mismo acá en Buenos Aires? La experiencia indica que no: las productoras porteñas prefieren acceder generalmente a las exigencias de las barras y no denunciar porque suponen que es el precio a pagar para tener los shows en paz. Un país al revés, dominado por las barras bravas.
Fuente: telam
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